Calma relativa
Los mercados de valores europeos continúan pasando de puntillas sobre la crisis, aunque la ausencia de respuestas después de dos días de bombardeos sobre Afganistán empieza a generar un ambiente algo más optimista entre analistas e inversores.
La bolsa española se permitió un discreto avance de la mano de alguno de los grandes valores, pero con diversas opciones a lo largo de la sesión, ya que las retiradas de beneficios prosperan con facilidad en un entorno que, a pesar de todo, continúa marcado por la incertidumbre.
Uno de los datos que muestra que los inversores no las tienen todas consigo, ni siquiera frente a unos precios relativamente atractivos, es el volumen negociado, que en esta última sesión apenas superó los 200.000 millones de pesetas en el Mercado Continuo, 1.275 millones de euros.
Los analistas continúan recomendando compras selectivas a pesar de que la situación económica global apunta a un deterioro progresivo que los últimos datos estadounidenses publicados -el PIB del segundo trimestre y el paro de septiembre- no han conseguido enmascarar. Si algo ha conseguido este periodo de calma aparente ha sido llamar de nuevo la atención sobre la trayectoria económica de Estados Unidos y la UE, que no se verá mejorada por los gastos de un conflicto de duración indeterminada.
El mercado secundario de deuda también mostró mejor cara que en las jornadas anteriores y el descenso de los precios llevó la rentabilidad de la deuda a 10 años hasta el 4,98% desde el 4,95% del lunes.
