Pujol pone condiciones insalvables a la oferta de pacto de Esquerra Republicana

Convergència i Unió (CiU) puso ayer severos límites a la oferta de pacto parlamentario lanzada la pasada semana por Esquerra Republicana (ERC). Tan estrictas condiciones suponen en la práctica un portazo a la formación republicana por más que los dirigentes de CiU se apresuren a precisar que mantienen la puerta entreabierta. Los nacionalistas de Jordi Pujol rechazan un Gobierno cuatripartito que aísle a sus tradicionales aliados del Partido Popular (PP), con quienes pretenden seguir colaborando, y se oponen a fijar un periodo limitado de negociaciones que caduque en la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat para 2002, tal como exige Esquerra.

Una por una, el secretario general de Convergència Democràtica, Artur Mas, rechazó ayer, tras la reunión del comité de enlace de CiU, las condiciones impuestas por Esquerra Republicana en su propuesta de 'pacto nacional', concretada durante el debate de política general. Los nacionalistas de Jordi Pujol, aun a base de repetir que la iniciativa de ERC 'no ha caído en saco roto', no prevén cambio alguno de alianzas parlamentarias en los próximos meses. Les gustaría, eso sí, un mayor acercamiento a la formación independentista de Carod Rovira con el único propósito de disponer de otra muleta por si peligra la del Partido Popular o para contentar, aunque sea con cuentagotas, a sus bases más sobernistas.

No al cuatripartito

Artur Mas no se contentó con rechazar las condiciones exigidas por Esquerra, sino que además fijó las suyas propias. CiU, advirtió el conseller en cap del Gobierno catalán, no negociará con ningún partido que apoye la moción de censura de Pasqual Maragall. 'No pactaremos con un partido que nos quiere echar del Gobierno', manifestó. La afirmación de Mas supone un claro aviso a ERC con vistas a la próxima semana, y al tiempo circunscribe las negociaciones para un pacto bilateral entre Esquerra y Convergència i Unió sin fecha límite.

Nada de terceros ni plazos para negociar. Los primeros contactos, de producirse, serían tras debatirse la moción de censura. 'La oferta la lanzaron ellos, no nosotros', señaló ayer un dirigente de CiU, miembro del comité de enlace. Los nacionalistas quieren ir a su ritmo, sin las prisas que le impone Esquerra, que reclama, como muestra de la buena disposición de CiU, empezar a negociar los presupuestos de 2002.

Artur Mas ya dijo ayer que la negociación prioritaria es con el PP. Para eso les votaron los presupuestos anteriores, aunque después se esforzó por distanciarse de los conservadores. 'Nunca hemos ido del brazo del PP', subrayó.

Desde ERC, su secretario general, Josep Lluís Carod, intentó ayer quitar hierro a las condiciones de CiU y en especial a la negativa a un pacto cuatripartito.

El líder independentista explicó: 'Son cosas que se dicen cuando estás presionado, pero a la hora de la verdad CiU y el PSC se ponen de acuerdo en cuestiones importantes, y durante 20 años lo han demostrado en multitud de ocasiones'. Para contentar a CiU, se mantuvo firme incluso en su estrategia equidistante y rechazó pronunciarse sobre su voto final en la moción de censura, aunque no evitó criticarla. Carod cree que tan sólo se trata de una 'operación mediática de lanzamiento de Maragall' y añadió que, a la mañana siguiente de votarse, 'la situación será exactamente igual que ahora'.