Sin clase y en casa de las abuelas

Casi un mes despúes de que comenzase el curso para los niveles de infantil y primaria, 28 niños de 4 años matriculados en el Colegio Público Azahares de la zona de Sevilla-Este siguen sin poder ir a clase. Y lo que es peor, sin que sus padres sepan cuando podrán iniciar el curso. El problema: la falta de espacio en este centro obligó al traslado de estos escolares a otro colegio de la zona, el Ángel Ganivet, en el que se están realizando obras de ampliación que, según el proyecto, deberán concluir en esta primera quincena de octubre. Sin embargo, los padres de estos alumnos recabaron otra versión: la que ofreció la jefa del Servicio de Inspección de la Delegación de Educación de Sevilla, quien fijó para mediados del mes de noviembre la conclusión de estas reformas, que también afectan a otros 24 escolares de este mismo colegio que aún no han podido empezar las clases. Ante esta surrealista situación, los padres de estos alumos se quejan de que la Administración educativa discrimina a estos 56 alumnos al no ofrecer una solución inmediata a sus problemas. 'Bastaría con que la delegación autorizara al centro la utilización del aula de usos múltiples del propio colegio Azahares, la biblioteca, la sala de informática para que estos niños dejasen de perder días de clase', denuncian los padres afectados, hartos de enviar escritos a las autoridades educativas sin que por ahora hayan recibido respuesta alguna. 'Lo que no se puede permitir es que 28 niños lleven un mes perdido de clase y con la perspectiva de perder otros dos. Además, al ser tan pequeños, los padres nos vemos en la obligación de buscar alternativas, que en la mayoría de los casos pasan por dejarlos al cuidado de sus abuelas y, en otros, en guarderías, con el perjuicio que les genera estar tantas horas junto a niños más pequeños', explica Carlos Sanz Domíguez, portavoz de los padres afectados.