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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Entre Alá y las Fuerzas Armadas

Más de 4.000 militares musulmanes forman parte del Ejército de EE UU

El órgano de la pequeña capilla del centro médico militar Walter Reed está en silencio. En su lugar, el sonido que llama a la oración es una voz clara y profunda: 'Alá es grande'. La voz pertenece al capitán Abdul-Rashid Mohamed, que hace ocho años fue nombrado el primer capellán musulmán del Ejército de Estados Unidos. Él es ahora el capellán en el hospital militar, donde un grupo de soldados musulmanes con el uniforme del Ejército y doctores con chaquetas blancas se arrodillan sobre la alfombra en la oración del viernes.

Se encuentran en lo que ellos mismos llaman una difícil posición: los miembros musulmanes de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos preparándose para luchar en una guerra contra los terroristas que se denominan los representantes del islam.

Muchos reclutas no dicen que son musulmanes al alistarse por miedo a quedarse aislados

Pero el capellán Mohamed no ve que haya ningún conflicto entre ser un soldado leal y un musulmán fiel, y considera su misión como una ayuda a los estadounidenses musulmanes que actúan según las leyes y las enseñanzas de su religión. Él pronunció un sermón no sólo dirigido a los fieles de su pequeña capilla, sino también a los líderes musulmanes de Estados Unidos y del extranjero, que, según él, no han hecho lo suficiente para condenar a los extremistas. 'Mientras han denunciado el terrorismo en territorio estadounidense, muchos han consentido a los palestinos suicidas de Israel o la persecución de Arabia Saudí hacia los devotos de otras creencias', afirma el capellán. Y añade: 'Es el tiempo de defender nuestras creencias. El Profeta dijo que cuando veamos acciones malvadas tenemos el poder de cambiarlas con nuestra mano, de retarlas con nuestras palabras o, por lo menos, de odiarlas en nuestro corazón. Si no hacemos eso, no somos buenos musulmanes'.

Las Fuerzas Armadas aseguran que al menos hay 4.000 musulmanes en sus filas, muchos de ellos de raza negra, pero también hay norteamericanos de origen asiático y árabe, así como blancos que se han convertido al islam. Algunos veteranos afirman que son muchos más de lo que se dice, porque muchos reclutas musulmanes no ponen su religión en los papeles de alistamiento porque piensan que pueden ser aislados por sus compañeros.

De hecho, se unen a un Ejército que ha empezado a acomodarse a las necesidades de los soldados musulmanes -con habitaciones para el rezo, tiempo libre para la oración del viernes y comida que contempla la dieta que impone el islam-. Hasta 1993, el Ejército no tenía musulmanes entre los 3.150 capellanes en servicio, sólo había cristianos y judíos. El capellán Mohamed, que es de raza negra y fue criado como baptista, fue nombrado capellán del Ejército en una ceremonia ese año en el Pentágono. Fue tres años antes de que el segundo capellán musulmán fuese nombrado por la Marina, y en 1999 eran todavía sólo cuatro los capellanes musulmanes en el Ejército.

Ahora hay 14: ocho en la Armada, tres en la Fuerza Aérea y otros tres en la Marina. Sirven en bases en Estados Unidos y en Okinawa, Corea y Alemania. Al menos tres de ellos se han incorporado en las últimas semanas. Compañeros suyos afirmaron que dos han sido destinados a Oriente Próximo, aunque el destino se desconoce.

Son un grupo étnicamente diverso, elegido para reflejar el crisol de los musulmanes en Estados Unidos, explica Qaseem A. Uqdah, un miembro de la Marina que es el que dirige el Consejo de Veteranos de los musulmanes de Estados Unidos en las Fuerzas Armadas, el grupo designado por el Ejército para elegir a musulmanes como candidatos a capellán.

Oficiales militares aseguraron que les gustaría tener más musulmanes capellanes, pero hay muy pocos que tengan la educación requerida. Tres de ellos se están entrenando en el Seminario Hartford (Connecticut), que tiene un centro de estudios islámicos. Entre ellos hay una mujer que es comandante. 'Como el islam prohíbe que las mujeres sean jefes espirituales, ella no podrá pronunciar sermones como los capellanes masculinos, pero tendrá otras responsabilidades, como orientar a los soldados', afirma Qaseem A. Uqdah. 'Sin embargo, una mujer como capellán musulmán puede crear controversias entre los musulmanes dentro y fuera de las filas militares', explica Uqdah, 'y esta candidata tan especial fue elegida, en parte, porque su alto rango ayudará a neutralizar cualquier objeción'.

Un bombero de Nueva York de religión musulmana reza en una mezquita.
Un bombero de Nueva York de religión musulmana reza en una mezquita.AP

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