Y Cañizares cogió su guitarra
Valió la pena esperar 70 minutos sobre la hora prevista, mientras se ponía en orden todo lo que la lluvia del día había dejado en precario. Un solo bordonazo de Juan Manuel Cañizares compensaría las anteriores inconveniencias.
El guitarrista catalán está 'que se sale', como diría un amigo presente en el concierto. Yo diría que está donde debe estar, entre los tres o cuatro de su generación que forman una élite de guitarristas geniales a quienes hay que echar de comer aparte.
Cañizares se empleó a fondo en todo lo que hizo, con un toque a veces aparentemente sencillo, directo, y con una formidable capacidad de transmisión.
Sólo aparentemente, porque el toque de Cañizares es de una complejidad técnica que nos deja perplejos y fascinados. Hizo un concierto en que echó mano de temas tradicionales del flamenco, que una vez pasados por la magia de su guitarra eran ya otra cosa. No hablo de fusión, ¡por favor!, hablo de flamenco puro, duro y glorioso.
Cañizares ha conseguido el milagro de intelectualizar el toque, de hacerlo tremendamente complicado y, sin embargo, poner en pie con él a un público no precisamente sofisticado. Su grupo, ejemplar, con el cante de Ana Ramón, la flauta de Domingo Patricio, la percusión de Gali, la guitarra de José de Lucía y un baile espléndido de Ángel Muñoz.
El baile de Joaquín Grilo tuvo también gran calidad, en la línea de su último espectáculo. Hizo un solo tema en que abordó varios estilos, entregándose con pasión a ellos. Tatiana Garrido, en cambio, no pasó de un mecanicismo acelerado y poco estimulante.
Convicción
Arcángel hizo su cante con la convicción en él acostumbrada. También convence al público, que valora la seriedad con que afronta una profesión en la que está inmerso desde que era niño y que le vale merecidas satisfacciones.
Algo parecido podríamos decir de Marina Heredia, aunque su cante sea más ligero. Esta noche nos sorprendió con el pregón del uvero, que raramente se canta. Finalmente digamos que con Miño no se contaba, pero hizo una bulería interesante.
Babelia
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