El Betis trepa otra vez al liderato
El equipo de Juande Ramos vence de penalti al Alavés en un partido plano
Una incursión de Capi y su espléndida asistencia a Joaquín, que dejó rotos hasta a tres defensas del Alavés antes de caer derribado en el área, le bastó al Betis para recuperar el liderato de la Primera División. Y ocurrió cuando ya nadie lo esperaba, porque el fútbol hacía tiempo que había dejado paso a un ir y venir de balones largos, centros frustrados y un juego tan pastoso como aburrido que adormiló a la grada del Ruiz de Lopera.
El equilibrio que marcó el encuentro acabó por terminar con él. Betis y Alavés fueron parejos en todo. La solidez del conjunto de Mané tuvo su réplica por parte del Betis, que, no obstante, se aplicó un poco más que el rival en tratar de encontrar la vía que le permitiera culminar con éxito sus acciones, en las que Joaquín y Casas llevaron el mando. Pero hasta en eso estuvieron igualados ambos equipos. Si de tres ocasiones disfrutó el conjunto de Juande Ramos en la primera mitad, con dos contestó el Alavés. Y hasta en la forma de desperdiciarlas coincidieron sus jugadores.
BETIS 1| ALAVÉS 0
Betis: Prats; Varela, Juanito, Belenguer, Mingo; Joaquín, Ito, Calado (Cañas, m. 66), César (Benjamín, m. 73); Capi; y Casas (Joao Tomás, m. 53). Alavés: Kike Burgos (Martín Herrera, m. 46); Geli, Coloccini, Téllez, Llorens; Astudillo, Pablo Gómez; Witschge (Iván Alonso, m. 78), Jordi Cruyff, Ibon Begoña (Mara, m. 46); y Rubén Navarro. Gol: 1-0. M. 81. Capi asiste a Joaquín, que se va de hasta tres defensores del Alavés antes de caer derribado en el interior del área. Joao Tomás transforma el penalti. Árbitro: Téllez Sánchez. Amonestó a Juanito, Cañas y Capi, por el Betis y a Geli, Kike Burgos, Coloccini, Téllez, Pablo Gómez y Llorens en el Alavés. Unos 30.000 espectadores en el estadio Manuel Ruiz de Lopera.
El argentino Gastón Casas, un delantero de los de antes que casi enferma si no marca un gol por partido, erró sendas veces en el control de dos balones que recibió solo ante el guardameta Kike antes de que se cumpliese la media hora del choque. Los mismos que falló Rubén Navarro, único referente del Alavés en ataque, que envió alto los dos balones que tuvo en sendos mano a mano con Prats. Tras la traca inicial, el tedio invadió el campo, donde ambos equipos se obcecaron en medir fuerzas en una parcela tan reducida como estéril.
Todavía pudo Casas asestar un importante golpe al Alavés justo antes de que llegara el descanso pero, entre que ayer el argentino compareció con el punto de mira desviado, y lo escorada que era su posición, el balón terminó en la grada.
Si planos fueron los últimos 15 minutos de la primera mitad, peores fueron los 20 que les siguieron. Sin miramientos y ante el poco rédito obtenido de esa inútil brega que marcó el primer tiempo, ambos equipos se entregaron a colgar balones al área rival y a aprovechar los pocos huecos del superpoblado centro del campo para articular por ahí rápidas contras que pillaran al rival desdibujado. Pero ni por ésas.
De agradecer fue ante este panorama el prurito profesional que pusieron jugadores como Joaquín, Cañas, César y Capi, en el Betis, y Mara, Pablo y Rubén Navarro en el Alavés. Sus accciones aisladas dentro de ese antifútbol que gobernó ayer el partido sirvieron al menos para que el público se sintiera partícipe del espectáculo. Como ese fulgurante contraataque que se sacó el holandés Witschge mediada la segunda parte y que Pablo envió alto solo ante Prats después de despeinar con su carrera al recuperado y correcto Ito.
Tuvo que llegar el gol de penalti con el que el delantero portugués Joao Tomás se estrenó en la Liga española para que el partido saliese de su estado comatoso. Eso y la entrada de jugadores como Benjamín o Iván Alonso, que se echaron encima a sus equipos en los últimos minutos. Pero ni el Betis estaba por la labor de arriesgar más de lo necesario, ni el Alavés se mostró contundente en su amenaza. El Betis atrapó de nuevo el liderato casi sin buscarlo y el Alavés zanjó en Sevilla su racha como invicto en campo ajeno.
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