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AJEDREZ

Lógica ilógica

Estudio de H. Rinck. Gazette de Lausanne, 1932 - Primer Premio.

René Mayer, en la sección 'Estudios Excéntricos' de su libro El cuadrado mágico, incluye este notable trabajo del gran Henri Rinck (1870-1952), que constituye algo así como una enorme paradoja ajedrecística. Las blancas tienen una torre por la dama, y aunque disponen de dos peones en séptima, las respectivas casillas de coronación están sólidamente controladas por las dos piezas negras. La situación, por tanto, parece desesperada para el primer jugador. En este instante, sin embargo, tres jugadas formidables invierten el veredicto inicial; lo más impactante es que las tres constituyen, en sí mismas, grandes sorpresas, y las tres juntas, una concepción que raya en lo genial. El primer golpe es 1 Ac4!, y la amenaza 2 g8=D mate obliga a 1... D - c4. El segundo golpe de las blancas hace la cosa aún más oscura: 2 Th1! Pero después de la forzada 2... A - h1 se produce un terremoto sobre la cruz de los caminos: 3 d5!!, que amenaza mate. Y de pronto se hace evidente la lógica profunda, implacable, de la idea de las blancas. Se amenazan dos mates, en a8 y g8. Si 3... A - d5 / 4 g8=D j., A - g8 / 5 a8=D mate, y si 3... D - d5 / 4 a8=D j., D - a8 / 5 g8=D mate. La concepción es tan profunda que hace vacilar a la inteligencia: ¿por qué las piezas negras no pueden parar a los peones desde c4 y h1, y sí podían desde e6 y c6? La clave está en que, en sus actuales casillas, las piezas negras se estorban en d5; si se captura de alfil la dama deja de controlar g8, y si se captura de dama el alfil deja de controlar a8.

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