El Gobierno 'vende' inversiones que la oposición tacha de 'propagandistas'
La campaña de las elecciones gallegas, que comenzó anoche, estará, como las tres últimas, protagonizada por el omnipresente Manuel Fraga, presidente de la Xunta. Una vez más, el veterano político aprovechará los últimos días antes de los comicios para inaugurar obras sean o no de importancia y para anunciar inversiones multimillonarias con las que tratará de convencer a los gallegos para que le den su cuarta mayoría absoluta consecutiva. Mientras, la oposición se centrará en criticar los desmanes del PP gallego y en explicar su modelo alternativo, aunque con la rémora de que esa otra Galicia pasa necesariamente por el pacto entre dos partidos, el BNG y el PSdeG.
Fraga cumplió el miércoles, un día antes del comienzo de la campaña, con su tradición de anunciar obras faraónicas. La Xunta presentó el Plan Director de Infraestructuras de Galicia 2001-2010, un documento que no es más que un resumen de obras ya anunciadas a lo largo del último año y que para ser llevadas a cabo necesitan de una inversión superior al billón y medio de pesetas. Pero el impacto de imagen que pretendía se logró, puesto que el plan, anunciado a bombo y platillo ante 400 personas, fue luego difundido por los medios en manos del PP, especialmente la televisión local.
No será éste el único acto 'propagandístico', como lo define la oposición, que tiene preparado Fraga en estos días. Uno de los actos centrales de esta campaña contará incluso con la presencia del ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, que acudirá el día 15 a Vigo para conocer el recorrido del segundo cinturón de circunvalación de la ciudad, que costará 10.652 millones entre este año y 2005.
El voto de los indecisos
Mientras, los dos grandes partidos de la oposición confían en los indecisos para desbancar al PP de la Xunta. Xosé Manuel Beiras, líder del Bloque, que se convirtió en el segundo partido en las últimas elecciones, ya lanzó a través de una entrevista a Efe las primeras duras acusaciones contra el PP, un partido que, según él, 'practica el separatismo desde el poder' y 'demoniza al nacionalismo', con el fin de desviar la atención de los ciudadanos de los problemas reales de la sociedad gallega. Los nacionalistas tratan de mostrarse como una alternativa creíble, y defienden claramente que si Fraga pierde la mayoría absoluta habrá pacto con los socialistas.
El PSdeG tratará de huir del debate sobre los pactos poselectorales. Su candidato, Emilio Pérez Touriño, centrará su campaña en la explicación de un proyecto para hacer una Galicia 'moderna' y salir del 'caciquismo' y la 'política de la queja' que ha caracterizado, en su opinión, los últimos años del PP.
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