"Cembranos es un niñato retorcido"

'Innoble, retorcido, dañino, prepotente, irresponsable y niñato que ha pretendido darme una puñalada trapera'. Así calificó ayer Andoni Goikoetxea a Luis Cembranos, jugador suyo hasta que el pasado domingo fuera destituido como técnico del Rayo. El técnico vasco abandonó el club alzando la voz contra varios pesos pesados del vestuario. De Hernández dijo: 'Le recomiendo que se cuide y se acueste más temprano, porque de cuatro partidos no ha podido jugar dos'. También se despachó a gusto con Lopetegui: 'Ha tenido un papel importante en esta tragicomedia; me reventó la concentración del fin de semana en Barcelona'.

Esta tragicomedia es un cruce de acusaciones y sospechas - 'en esta plantilla hay un chivato infiltrado que está haciendo daño', estalló Goikoetxea hace una semana- en medio de una racha de resultados nefasta: un punto en cinco partidos. Una obra triste que sólo ha durado cinco actos, y que ha terminado con un técnico en la calle vociferando pestes sobre sus jugadores junto a la grada del campo de entrenamiento rayista en la mañana de ayer; con un jugador, Cembranos, reconociendo su 'gran error' al haber filtrado a la prensa el descontento de la plantilla con los métodos y las actitudes de Goikoetxea, y con Lopetegui sublevándose en el vestuario antes de un encuentro de Liga. El meta se despidió del técnico con un expresivo: 'Que tenga la suerte que se merezca'.

Cembranos, señalado por Goikoetxea como 'el responsable de la crispación', no quiso contestar a las acusaciones del que ha sido su técnico y, con la voz sosegada, advirtió: 'A palabras necias, oídos sordos'. No obstante, reconoció su responsabilidad al haber comentado intimidades del vestuario a un periodista: 'Fue un error por un calentón. He pedido perdón y ahora asumo la responsabilidad de lo que hice'.

Como sustituto de Goikoetxea se perfila Gregorio Manzano, que ayer negoció con los dirigentes el club.