Más de 2.000 parejas de hecho se han registrado en las tres capitales

Un total de 2.043 parejas de hecho se han inscrito en los tres registros de las capitales vascas desde la aprobación de dicho servicio en 1994 (Vitoria y San Sebastián) y 1995 (Bilbao) y hasta la actualidad. La capital alavesa, pionera en España en la instauración de dicho registro, es la que cuenta con mayor número de parejas apuntadas, 911. De ellas, 87 se han extinguido y así consta en el Ayuntamiento. Otras localidades grandes, como Getxo, no ofrecen este servicio. Para José Ángel Cuerda, ex alcalde de Vitoria, esto se debe a que ya 'es poco útil'.

Aunque los homosexuales eran, en un principio, el colectivo al que más podría beneficiar el registro de parejas de hecho como una forma de dar cierta oficialidad a una convivencia, son mayoría las parejas heterosexuales que se inscriben. Por ejemplo, en San Sebastián, de 464 parejas inscritas, sólo 21 son homosexuales. En Llodio, con 30 parejas desde 1995 hasta este año, no hay ninguna de homosexuales. 'Esto no te da derecho a nada', apunta un miembro de la corporación municipal de Llodio como explicación al rechazo homosexual al registro de parejas. 'Los heterosexuales que no se quieren casar se inscriben aquí para conseguir ayudas de bienestar social y en cuestión de vivienda. Además, la separación es más fácil y gratis, porque no hace falta abogado', incide.

En el reglamento del registro de Irún se especifica que 'tiene efectos sólo para aquellos actos administrativos de competencia municipal' en los que la convivencia 'es necesaria como requisito o mérito a valorar'.

Una ceremonia

Más cáustico es Imanol Álvarez, del colectivo gay Ehgam, que incide en que 'sirve para poco' y resalta que 'la entrada a las piscinas municipales es más barata para las familias'. Sí reconoce que este registro facilita el acceso a viviendas sociales a parejas homosexuales, 'antes no había posibilidad'. Álvarez reclama poder realizar una especie de ceremonia al inscribirse ya que 'para algunas personas es muy importante', algo que, por ejemplo, 'el Ayuntamiento de Bilbao no permite'. Los homosexuales piden que en el futuro, cuando exista una ley de parejas, no haya que registrarse de nuevo.