Sonrisas y lágrimas
Se ha dicho de ella que es la madre de todos los guisos o muleta de todas las faenas culinarias. Se trata de la cebolla, de la que sólo nos percatamos de su importancia cuando nos falta.Pese a su bondad y eficacia en la cocina también se la ha asociado a la penuria, al hambre, como decía Miguel Hernández en sus famosas y desgarradoras Nanas de la cebolla: 'La cebolla es escarcha / cerrada y pobre / escarcha de tus días / y de mis noches / hambre y cebolla / hielo negro y escarcha / grande y redonda'. Pero también tenemos su cara positiva como símbolo de la ciega dieta de los enamorados: 'Contigo pan y cebolla'. En el terreno puramente culinario, una de sus mayores pegas la plasmó bellamente otro poeta como Neruda: 'Nos hiciste llorar sin afligirnos'.
Para evitar engorros (pelar, picar y llorar así como su pochado) conservas Hida puso, hace ya un tiempo en el mercado la cebolla frita. Pacientemente pochada, de una gratificante dulzura, aterciopelada y suave y, además, de una gran comodidad para nuestro apresurado mundo. Un recurso, sí, pero de calidad notable.
- Cebolla frita HIDA; Elaborador: Mateo Hidalgo, SL; Aljucer (Murcia). Envase: 400 gramos. Precio (aproximado): 210 pesetas. Calificación: 7/10.