La policía desmonta el campamento vecinal de Orcasitas

Agentes de la Policía Municipal, ayudados por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, desalojaron ayer, en el barrio de Orcasitas (Usera), a un grupo de vecinos que dormía en tiendas de campaña desde agosto pasado para reclamar que el Ayuntamiento y Unión Fenosa supriman las torres de alta tensión que hay en la zona. Los vecinos tenían previsto levantar ayer tarde el campamento tras el acuerdo alcanzado el jueves pasado en el pleno municipal para enterrar 162 kilómetros de líneas. Los acampados, jubilados la mayoría de ellos, dormían cuando llegó la policía.

Los vecinos llevaban acampados desde el pasado 16 de agosto. Las protestas comenzaron cuando vieron que una constructora recolocaba una torre de alta tensión, acercándola más a sus viviendas en la calle de Alzola, porque estorbaba sus planes urbanísticos, que prevén la construcción de 1.200 viviendas.

Sobre las ocho de la mañana, efectivos de la Policía Municipal y del Cuerpo Nacional de Policía llegaron al lugar de la acampada, un solar situado en la calle de Alzola. 'Estábamos despertándonos, éramos pocos porque la mayoría de la gente se había ido a trabajar', relató un vecino. Y añadió: 'Les pedimos que nos enseñasen la orden de desalojo, pero no lo hicieron'.

Los agentes formaron un cordón alrededor de las cuatro tiendas y el chamizo que los vecinos habían montado para refugiarse de la lluvía y el frío, y obligaron a sus ocupantes a salir. 'Además, luego ha venido una pala gigante para levantar el campamento y se han llevado casi todo lo que teníamos, incluidos dos tresillos que, por supuesto, vamos a reclamar', añadió Miguel Cobo, de 61 años. Aunque no hubo heridos y el desalojo se realizó de forma 'pacífica', según fuentes municipales, algunos vecinos se quejaron de que los policías les habían empujado con 'fuerza'.

El alcalde, José María Álvarez del Manzano, manifestó, en relación a la actuación policial, que los vecinos no podían 'quejarse del desalojo porque no han solicitado permiso para estar en la calle. Quien no tiene permiso para hacer una cosa, no tiene derecho a quejarse'.

'Deben saber que en Madrid no permitimos que haya campamentos de ninguna especie', enfatizó el alcalde en referencia al anuncio que hizo el gobierno municipal, del PP, en julio pasado tras el desmantelamiento del campamento instalado por los trabajadores de Sintel. La peculiar protesta de los empleados de la empresa filial de Telefónica ocupó más de seis meses un ramal del paseo de la Castellana y llegó a superar la cifra de mil campistas.

Los vecinos, indignados por la actuación policial, aseguraron que en cuanto termine la vigilancia policial volverán a montar el campamento. 'No vamos a parar hasta que el Ayuntamiento nos dé por escrito que van a retirar toda la línea de alta tensión. Aquí hay muchísima gente enferma de cáncer por culpa de que llevamos viviendo más de 20 años al lado de estas torres'. Inés Sabanés, portavoz de IU, se personó en la calle de Alzola y calificó la actuación del gobierno municipal de 'chulesca y prepotente'. 'Es increíble que con todas las muertes violentas y la inseguridad ciudadana que estamos padeciendo, distraiga un montón de efectivos para desalojar un campamento pacífico y lleno de gente mayor', afirmó Sabanés. A su juicio, es 'irresponsable' que, tras acordar el pleno municipal el soterramiento en tres años de 162 kilómetros de tendidos de alta tensión, la policía 'entre en una acampada pacífica de un grupo de vecinos'. Los representantes de los residentes estarán presentes en la comisión de seguimiento que va a crearse para controlar la ejecución de acuerdo municipal que establece el soterramiento del cableado.