'Caciuquismo'

Llagostera arde de indignación contra Fecsa. Con la protección de los Mossos d'Esquadra, el supersubvencionado monopolio eléctrico está imponiendo -a la luz de los focos y con nocturnidad- la ley del más fuerte. El Gobierno de Convergència i Unió ha decidido apoyar un trazado que atenta contra la legalidad emanada del Ayuntamiento de Llagostera y refrendada por los tribunales.

Nuestro ejército -elegante, azul, recién salido del West Point autonómico- protege al monopolio. La línea de Llagostera, según la propuesta de la compañía, es tan imprescindible que no hay que esperar a que la justicia reaccione y menos cuando se espera que el tendido esté listo en un par de días. El fin justifica los medios, por perversos que sean. Y las mentiras se han repetido con generosa insistencia. Se afirma que los cortes de luz de este verano en la Costa Brava han obedecido a la parálisis de la línea y que el alcalde, Lluís Postigo, aceptó una propuesta de pacto con Fecsa, cuando en realidad se limitó a un compromiso para llevarla al pleno. Ellos saben que es falso, pero todo vale.

Una vez terminado el tendido no habrá quien lo eche abajo. Mientras tanto, al toque de carga, la caballería auxilía a la Union Pacific.