Iberdrola lanza un plan ambicioso de inversiones para los próximos cinco años
Iberdrola anunció ayer en Bilbao un cambio de rumbo. Ignacio Sánchez Galán, vicepresidente ejecutivo y consejero de la eléctrica vasca, cien días después de ocupar su cargo, quiere marcar el rumbo y, así, presentó un plan estratégico 2002-2006 que pretende invertir 12.020 millones de euros (dos billones de pesetas) para duplicar su tamaño. Pasar de facturar 7.212,5 millones de euros (1,2 billones de pesetas) a 14.424,29 millones (2,4 billones de pesetas) y de lograr un beneficio neto de 1.983,3 millones de euros (330.000 millones de pesetas) a 4.627,79 millones de euros (770.000 millones de pesetas).
Con este objetivo Sánchez Galán ha dado un cambio total a la cúpula directiva de la eléctrica con una fuerte centralización y estructura jerárquica. Las inversiones se repartirán entre España (1,2 billones de pesetas), México (430.000 millones de pesetas) y Brasil (250.000 millones de pesetas). Las inversiones en España se centran en el gas, donde esperan pasar de un consumo cero en 2000 a 14 bcm (millones de metros cúbicos). Se prevé instalar varias centrales eléctricas por ciclo combinado y dos plantas regasificadoras de gas licuado, una ya en obras en el Puerto de Bilbao, y otra, de la que esperan lograr este mes los permisos de la Generalitat Valenciana, en Castellón. Así, buscan que un 51% de su producción eléctrica sea por gas en 2006.
Estas inversiones se financiarán con 1,1 billones de pesetas procedentes del cash flow (beneficios más amortizaciones), 500.000 millones de desinversiones (Telefónica, Repsol y activos no esenciales) y 400.000 millones de endeudamiento.
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