PP y PSE exigirán al 'lehendakari' un liderazgo inequívoco contra ETA y 'su entramado interior'

Socialistas y populares vascos volverán a exigir en el pleno de pacificación de este viernes un liderazgo claro del lehendakari, Juan José Ibarretxe, en el combate sin cuartel contra el terrorismo y su 'entramado interior' en Euskadi, y en defensa de las libertades de los amenazados. Ambos partidos subrayarán que 'el camino a seguir' es el de la operaciones contra ETA de agosto y de la coordinación entre los cuerpos policiales y los responsables de seguridad de las administraciones central y vasca. El PSE defenderá un foro de diálogo para recuperar la unidad democrática con cabida para todos los partidos que rechacen la violencia y acepten las reglas de juego. El PP considera que hay que pasar del 'voluntarismo' que aprecian en los socialistas, a remarcar que con el terrorismo 'no hay diálogo ni negociación posibles', sino 'coaliciones internacionales y diálogo entre los demócratas' como los surgidos tras los atentados de EE UU. Ambos ratificarán la validez del Pacto Antiterrorista suscrito en Madrid.

Dirigentes populares y socialistas consideran 'más que improbable' la posibilidad de consensuar alguna resolución de fondo con los tres partidos (PNV, EA e IU) que sustentan al Ejecutivo vasco. El ritmo casi estajanovista previsto para el pleno de pacificación del viernes va a dificultar, según coinciden diferentes observadores y políticos, que los partidos puedan sellar algún tipo de acuerdo de calado. Sin embargo, sí debería servir para visualizar por parte del PSE la anunciada 'oposición autónoma del PP, dialogante y alejada de la algarada', anunciada tanto por el secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo, como por José Luis Rodríguez Zapatero tras su entrevista de la pasada semana con Ibarretxe.

Por el contrario, Jaime Mayor Oreja, pese a reconocer la importancia de las operaciones policiales de verano contra ETA y el trabajo coordinado de los responsables de Interior de los Gobiernos central y vasco, no puede ocultar 'su desconfianza' del nacionalismo en materia de pacificación, porque incluso esos logros 'a la primera de cambio han sido cuestionados por Arzalluz y Egibar, a los que les molestó ese clima de colaboración entre policías contra el terror'.

Con ese margen de desconfianza de fondo, Mayor ofrecerá un discurso cerrado, plagado de referencias al cambio fundamental que ha supuesto para el terrorismo en general la situación abierta tras los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono. 'Después de los atentados contra EE UU yo no he visto a nadie hablando de diálogo con los terroristas, de negociación y de cesiones políticas a cambio de paz. He percibido una respuesta desde la suma, desde una gran coalición internacional contra el terror. Y ese mismo planteamiento, cuando lo planteábamos nosotros, nos lo tildaban de inmovilista'. Mayor reconoce que 'cada terrorismo es diferente', pero insiste en que 'sólo desde el convencimiento de vencer al terrorismo y desde un diálogo con límites entre los demócratas se puede acabar con ETA'.

Los socialistas ya han anunciado que desempolvarán algunas de las iniciativas aprobadas en los estertores de la anterior legislatura. Entre ellas, retomarán, aunque adecuándola a la nueva situación, el acuerdo adoptado en la Cámara vasca el 16 de junio de 2000 de Bases para el desarrollo de un diálogo político en el País Vasco. Alguna de las premisas de ese texto ya está en camino de ser superadas, como la 'incomunicación política' -al menos entre socialistas y nacionalistas-, mientras que se mantiene la exigencia de que los poderes públicos defiendan los derechos y libertades de todos los ciudadanos y eviten tanto 'la fractura social como la exclusión', así como la exigencia de renunciar a la violencia.