Admiraciones
1. ¡Caramba! Aquí huele a guerra postmoderna. Hay aromas de holocausto en el mapa del mundo. Psicópatas sin fronteras acosan nuestros cielos. Mientras tanto, a la hora del aperitivo, pasotas sin decoro, travestidos de estoicos, expenden teorías de baratillo y consuelan a los tontos novedosamente: 'Torres más altas cayeron'. Entonces va ella y le apostrofa: 'Pues, no, querido. Hay otras torres más altas que las Gemelas, y están en Singapur. Los pasotas, mi amor, sois unos gilipollas, dicho sea sin señalar'.
2. ¡Cáspita! Ciento cincuenta mil personas de la Comunidad de Madrid sufren hostigamiento en su entorno laboral. Preguntas sin fronteras: ¿En qué consiste hostigar, ser hostigado? ¿Quién provoca? ¿No es cierto que casi todos los malvados han hostigado alegando ser hostigados? ¿No es más cierto que todos los de abajo han salido siempre malparados? La respuesta está en el viento, pero también la podrían dar Freud, Agatha Christie o Simenon.
3. ¡Mecachis! El señor Gil y Gil ha sido fotografiado en actitud reveladora de su inefable estilo, su inquebrantable talante: el voluminoso capo colchonero está descoyuntándose de risa al constatar la situación del Real Madrid en la Liga. ¿Acaso ignora ese desventurado que España entera sigue con morboso placer sus esquivas relaciones con la ley? En todo caso, sirva este ejemplo de reflexión para todos aquellos desalmados que tienen del balompié un concepto fundamentalista.
4. ¡Hidepú! Quieren echar a las lumis de la Casa de Campo. Lo que no dicen es dónde se van a meter esas descarriadas que han acompañado a la humanidad a las duras y a las maduras. ¿Dónde se meterán las putas? Pues irán, sin duda, a donde siempre estuvieron, que es en toda la mitad del medio, igual que en tiempos de Felipe II. ¿Por qué no se enteran de una vez los munícipes?
5. ¡Jopelines! Hay aromas de mosqueo en el ambiente: nos están tomando el pelo. De todo lo cual se colige que hay que hacerse peluquero. Es mejor tomar tú el pelo a que te lo tomen. ¡Ostras, Pedrín!
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