Novillada pasada por agua

La lluvia deslució la primera novillada de la Feria de Algemesí, en la que con lleno se lidiaron cuatro novillos de Buenavista y uno, para rejones, de Cebada Gago. Los de lidia ordinaria, de correcta presentación aunque poco ofensivos, resultaron mansos y llegaron parados y defendiéndose al último tercio, excepto el tercero que, a pesar de ser el que más manseó en varas, tuvo cierto recorrido en la muleta aunque sin clase. En varas mansearon los cuatro, sobre todo tercero y cuarto. Aquél sembró el desconcierto en la arena y los lidiadores no consiguieron en ningún momento fijarlo en el caballo. Casi de parecidas circunstancias fue el último, que tampoco se dejó picar. Los dos primeros simplemente acudieron al caballo.

El mejor parado de los actuantes fue el portugués Luis Vital Procuna, que estuvo certero y brillante en banderillas, clavando siempre muy reunido y cuadrando en la cara. En su primero porfió con decisión aunque sin lucimiento, logrando muletazos meritorios, sobre todo con la mano derecha hasta que el novillo se paró definitivamente. Supo acoplarse con el manso que hizo tercero en medio de un gran aguacero. Destacó con este novillo en el toreo sobre la mano derecha, en el que templó y llevó de largo al novillo de Buenavista. Dio la vuelta al ruedo en el que abrió plaza y cortó una oreja de su segundo.

El francés Julien Mileto no se confió con ninguno de sus dos novillos. Muy precavido y distanciado en su primero, tampoco consiguió nivel en el que cerró plaza, en plena desbandada de los tendidos. Lo más destacado de su actuación fue la variedad con que toreó con el capote al segundo novillo de la tarde. Fue silenciado en ambos. El rejoneador lusitano Rui Fernandes no estuvo afortunado, pues descordó al novillo de Cebada al segundo rejoncillo, por lo que tuvo que ser apuntillado.