'Zaplana presenta como normales cosas intolerables'

A sus 42 años, Pla (Atzaneta d'Albaida) ofrece una imagen de púgil pesado, lento, pero buen fajador; de esos que pueden extenuar al contrario hasta que caiga en la lona. Un año después de ser elegido, este dirigente socialista mira el calendario y se descubre a sí mismo optimista. 'Pobres de nosotros los valencianos si Zaplana no cambia el Consell', dice Pla de un Gobierno al que da 'un suspenso clarísimo' en áreas básicas como sanidad, educación e industria.

'Hacemos una oposición positiva para la gente. La dureza no está en la presión sino en la vigilancia'

'El partido está adaptándose a una nueva etapa. Los problemas están vinculados a la etapa anterior'

Asegura que 'Zaplana presenta como normales cosas que son intolerables en democracia' y pone como ejemplo la insistente negativa del presidente de la Generalitat a explicar en las Cortes el nombramiento de Jaime Morey, directivo de Gescartera, como asesor. El dirigente socialista se muestra convencido de que la confusión entre intereses públicos y privados conllevará, con toda seguridad, 'problemas' para el dirigente popular y su Gobierno. Seguro de la línea ascendente que está experimentando su partido, Pla afirma que van a fiscalizar al Consell y que nadie conseguirá taparles la boca.

Pregunta: ¿Considera que su liderazgo está ya consolidado?

Respuesta: Eso lo ha de decir la organización y el conjunto de ciudadanos. Lo que es evidente es que desde que estoy yo se ha constatado una consolidación de la estabilidad del partido y se ve, desde el exterior, que existe una orientación. Ahora hay un referente que es capaz de marcar directrices y una línea de partido en el que todo el mundo está involucrado. No me preocupa tanto consolidar el liderazgo como consolidar una estructura de partido que sea capaz de convertirse en alternativa.

P. En cualquier caso, usted sabe que un liderazgo orgánico es un elemento de gran ayuda para obtener un liderazgo social que tendrá que revalidar en las urnas, tras vencer en las primarias internas.

R. Desde el día en que fui elegido secretario general supe que lo importante era dar estabilidad y tranquilidad al partido. También dije que iba a ser candidato en primarias porque dentro de mi esquema estaba el presentarme a la ciudadanía como la mejor opción del partido socialista, dentro de un proceso en el que los militantes deciden lo que creen que es lo mejor para los ciudadanos.

P. En ese escenario, no tener acta de diputado autonómico es un obstáculo.

R. Yo era consciente de esa dificultad, y también lo era el partido cuando me eligió. Pero esa no es una cuestión determinante para conformar una oposición seria, porque el complemento entre la acción del partido y el grupo parlamentario se puede dar perfectamente. Para mí sería más cómodo y eficaz estar en el Parlamento valenciano para contraponer una imagen alternativa a Zaplana.

P. Pese a su buena voluntad, los problemas de funcionamiento han aflorado en el grupo parlamentario y en varios grupos municipales.

R. El partido está adaptándose en este año a una nueva etapa y los problemas están vinculados a la etapa anterior. Lo que me gusta es que ahora hay una mayor implicación y compromiso por parte de todos. Se están rehaciendo muy bien las relaciones entre los grupos institucionales y el partido, y me gusta cómo se afronta el proceso de modernización interna, así como el proyecto de ciudades. Vamos por buen camino.

P. En algunas ciudades importantes los socialistas tienen problemas internos serios ¿Cómo piensa resolverlos?.

R. Estamos conformando un proceso en el que queremos que partido y grupos municipales se impliquen en un proyecto de ciudad individualizada aprovechando todo lo positivo de los lugares donde gobernamos. En el País Valenciano podemos demostrar en muchas ciudades que tenemos una manera distinta de gobernar y que lo estamos haciendo bien. Al coincidir elecciones autonómicas y locales es importante presentar proyectos de ciudad con personas de solvencia que den garantías al proyecto de país. Los militantes tienen la responsabilidad de pensar lo que más interesa al pueblo.

P. En su primer discurso como secretario general estableció una dicotomía entre la agenda vieja del PP y la nueva del PSPV. ¿Qué queda de la vieja?

R. Queda la permanente reivindicación de Zaplana, cuando le interesa, de temas que están ya agotados como la reforma del Estatuto. Creo que nosotros hemos conseguido poner en el debate diario de la política temas que son preocupación real y que no están en la agenda de Zaplana. Lo hemos hecho en una doble vertiente, la fiscalización de lo que hace mal el Consell y la elaboración de alternativas.

P. Alternativas que muchas veces no llegan al ciudadano.

R. El PP tiene a su favor el control desmesurado de los medios públicos y buena parte de los privados, lo que le permite desviar la atención de aquellas cuestiones que le crean problemas.

P. En este año se ha enfrentado a temas complicados como el Plan Hidrológico Nacional (PHN), que aunque parecen ya resueltos vuelven a la palestra periódicamente de la mano del PP ¿Tantas contradicciones internas les ha provocado?

R. El Consell intenta rentabilizar desde una posición cicatera el PHN. Tienen mayoría absoluta en la Comunidad Valenciana y en España. Con ella han aprobado un PHN al que presentamos una alternativa y continúan intentando llevar al partido socialista ante la responsabilidad de sacar adelante ese plan. Para los socialistas valencianos el tema está cerrado. Lo que hemos de hacer ahora es controlar si el PP cumple lo que ha aprobado con su mayoría absoluta. Si son capaces, nos alegraremos porque llega agua a la Comunidad Valenciana; si no, lo denunciaremos y diremos que en parte teníamos razón.

P. La discusión sobre el PHN le ha servido, sin embargo, para estrechar las relaciones con sus homólogos de territorios vecinos ¿Cuál piensa que debe ser la relación de vecindad de la Comunidad?

R. El PP utiliza el anticatalanismo, que es una manera muy burda de generar agravios entre territorios que son vecinos. Yo soy un defensor de que los territorios vecinos pasen de la rivalidad a la cooperación y la colaboración. No es un problema puntual. En la nueva Europa hemos de establecer marcos de cooperación con los territorios vecinos. Zaplana es una persona que quiere rentabilizar a corto plazo sus posiciones, no trabajar en clave de futuro.

P. Esa cooperación territorial sí parece haberla conseguido Zaplana en el tema del AVE ¿no le parece?

R. Hay un error de concepción estratégica en este Gobierno. Han potenciado al máximo la idea del eje con Madrid, olvidándose de que el eje mediterráneo, que ha estado en la boca de Zaplana muchas veces pero que en la práctica no se ha concretado en nada. Ese eje es fundamental para el futuro de este país. Fundamental para la conformación de un espacio territorial que, aparte de afinidades históricas y culturales, las tiene desde el punto de vista económico y social y que son necesarias para competir con otros espacios muy potentes también. ¿Cuántas veces se ha reunido Zaplana con Pujol para hablar de temas serios que pudiesen poner en común y cooperar en temas de infraestructuras, comunicaciones marítimas, etcétera? Zaplana viaja más a México, Nicaragua y no sé qué otros sitios que a Barcelona, Baleares o Aragón. El AVE es importante, pero tanto o más que el tren que ha de unir Alicante con La Jonquera. Hoy la realidad es que no se ha terminado el proyecto que tenía como fecha término el 2000, sino que se ha alargado hasta el 2005 y sin ancho de vía europeo.

P. Otro de los temas recurrentes es la posible fusión entre Bancaixa y la CAM. ¿Cuál es su posición?

R. Eso es agenda vieja. Hay mucha indecisión del Gobierno, que es quien ha de tomar la iniciativa. Nosotros sólo valoraremos si se defienden los intereses de la mayoría. Si el Gobierno valenciano tiene una iniciativa al respecto, muy documentada, y la creemos positiva, no tendremos reparo en llegar a un acuerdo.

P. ¿Se siente engañado por Zaplana tras la firma de la Acadèmia Valenciana de la Llengua?

R. El PSPV hizo lo que tenía que hacer: desbloquear una ley que nosotros habíamos aprobado y poner fin a un conflicto que había creado la derecha. Dimos muestras de responsabilidad y aprovechamos para completar la AVL con una serie de objetivos para garantizar el uso del valenciano. El Consell ha aprovechado políticamente un tema que no tenía que haber utilizado, porque no es necesario tensionar a la sociedad para salvaguardar la posición del Partido Popular frente a los grupos de la derecha más radical que tildan a Zaplana de catalanista.

P. ¿Porqué no endurecen la labor de oposición como les piden desde dentro y fuera del partido?

R. Hacemos una oposición positiva para la gente. La dureza no está en el nivel de presión, sino en la vigilancia de lo que hace el Gobierno y en el planteamiento de alternativas. Cuando planteamos una alternativa le decimos al Gobierno que lo hace mal.