Derrota entre lágrimas

Si los partidos de fútbol se decidieran a los puntos, como los combates de boxeo, España habría derrotado sin grandes problemas a Argentina. Pero se deciden por goles. Y los argentinos, aliados con la suerte, metieron el doble que los españoles. Cuatro tantos que han descabalgado del torneo a la selección de Juan Santisteban. Los chicos se despidieron con lágrimas y gritos de rabia en el vestuario de Trinidad. 'Están hechos polvo, destrozados. Y la culpa la tiene el sinvergüenza del árbitro', se lamentó el técnico al término del encuentro. Y es que no pudo empezar peor: a los tres minutos, una mano involuntaria de Jesús en su intento por cortar una internada del escurridizo Tévez se convirtió en un penalti transformado por Colace.

A partir de ahí, el partido se volvió loco. Pero en esos minutos de desorden, de insurrección táctica, la selección española jugó su mejor fútbol en toda la competición. Iniesta y León se conjuraron para hacer paredes con los volantes y España arrinconó a Argentina en su área. Apareció entonces Fernando Torres para lanzar dos cabezazos que se escaparon por muy poquito y, de paso, para asombrar con su juego al emprenador argentino, Hugo Tocalli, que modificó su dibujo para tratar de controlarle.

Y apareció Guillermo. Removiendo el aire denso del trópico, fabricó un gol fabuloso, una mezcla de fuerza, convicción y técnica: recorrió medio campo, se deshizo de tres rivales y empató. Senel, siete minutos después, amplió la magnífica obra española en el primer periodo y anotó un tanto que dejaba a la selección en el torneo; sacaba fuera al equipo suramericano, completamente descentrado, y hacía justicia al juego de ambos conjuntos. Torres tuvo incluso la ocasión de cerrar el partido tras realizar un control prodigioso en el pico del área y lanzar una vaselina que se escapó por muy poco. Y ahí España emuló a sus mayores, no sentenció y se volvió a casa después de enseñar su mejor estilo.

El segundo periodo devolvió a Argentina al campo y a su delantero Maxi López, que a los diez minutos firmó el empate.. España quedó desconcertada y Jesús fue expulsado por una falta en un costado del campo. Argentina no tuvo más que esperar a que los goles fueran cayendo.