Estados Unidos moviliza a fuerzas terrestres y comandos especiales
Los dirigentes religiosos de Afganistán piden a Bin Laden que abandone el país
La punta de lanza de la maquinaria militar estadounidense puesta en marcha tras los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre cuenta ya con la movilización de todos los Ejércitos. Además del centenar de cazas de combate que ayer volaron hacia el golfo Pérsico y Asia Central y de los miles de soldados que viajan en los buques de guerra, un primer grupo de 2.200 marines tenía previsto partir ayer hacia el Golfo desde su base en Carolina del Norte. También están listos para intervenir comandos especiales, una de las opciones que baraja el Pentágono.
La alerta sigue siendo máxima en EE UU, hasta el punto de que el vicepresidente Dick Cheney no asistió ayer, por razones de seguridad, a la sesión del Congreso en la que intervino el presidente George W. Bush. Según adelantó su asesora de Seguridad, Condoleezza Rice, Bush tenía previsto explicar a los estadounidenses 'cómo vamos a enfrentarnos al enemigo'.
En Kabul, los ulemas, los dirigentes religiosos, tratan de ganar tiempo ante la amenaza de represalias si no entregan a Osama Bin Laden, al que EE UU responsabiliza del ataque terrorista. Los clérigos pidieron al Gobierno de los talibán 'que convenza a Osama Bin Laden de que abandone el país cuando le sea posible'. EE UU rechazó esta decisión: 'Queremos acción, no palabras'.
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