Kaspárov logra 11 puntos en 12 partidas
Gari Kaspárov sigue sediento de triunfos a los 38 años. La Federación Internacional (FIDE) y la Unión Europea de Ajedrez (ECU) son un desastre en cuanto a organización. El enfrentamiento entre dos selecciones de Europa y Asia que se clausuró ayer en Batumi (Georgia) arroja esas dos conclusiones. Según fuentes no oficiales, Europa ganó por 47,5 - 24,5, a pesar de que sus mujeres fueron severamente derrotadas.
Kaspárov sólo cedió dos empates, ambos con blancas, frente al indonesio Utut Adianto y el chino Jiangchuán Ye. Ganó por 2-0 al uzbeko Rustam Kasimdyánov -cuya actuación ha sido excelente-, el kazajo Yevgueni Vladimírov -antiguo analista al que expulsó de su equipo en 1986 tras acusarle de vender análisis a Kárpov-, el vietnamita Dao Thien, y el australiano Ian Rogers. Los compañeros de Kaspárov en la selección europea fueron el holandés Loek Van Wely, el georgiano Zurab Azamaiparashvili, el francés Etienne Bacrot, el israelí Emil Sutovski y el belga Mijaíl Gurévich.
Según las mismas fuentes oficiosas, los hombres europeos ganaron por 47,5-24,5. El hecho de que la competición masculina se celebrase a seis tableros, y la femenina a cuatro, ha influido mucho en el resultado final, dado que las asiáticas se impusieron por 21,5-10,5. Confirmando la tendencia de los últimos años, las chinas (Xie Jun, Xu Yuhua y Yu Chen, junto a la vietnamita Hoang Trang) fueron muy superiores a las otrora todopoderosas georgianas (Maia Chiburdanidze, Nana Ioseliani y Nino Gurieli, con la rusa Yekaterina Kovalévskaia).
La desidia informativa de la FIDE y la ECU roza lo inconcebible y permite pocas esperanzas sobre la urgente modernización que requieren ambas organizaciones. A pesar de que la competición terminó el miércoles -ayer se celebró la ceremonia de clausura-, las páginas oficiales de ambos organismos en Internet aún no recogían los resultados finales, ni los individuales de las cuatro últimas rondas, en el momento de escribir estas líneas. Batumi es un lugar remoto y de comunicaciones difíciles; a pesar de ello, un periodista indonesio logró transmitir fotografías diariamente.
LA PARTIDA DEL DÍA
Blancas: Dao. Negras: Kaspárov.
Parecía que las blancas aguantaban bien, hasta que Kaspárov sacó un espectacular conejo de la chistera en la jugada 22. El desenlace es bonito e instructivo.
1 d4 Cf6 2 c4 e6 3 Cc3 Ab4 4 Dc2 d5 5 cxd5 exd5 6 Ag5 c5 7 Cf3 h6 8 Axf6 Dxf6 9 a3 Aa5 10 e3 cxd4 11 Cxd4 Cc6 12 Td1 Ag4 13 Ae2 Cxd4 14 Txd4 Axc3+ 15 Dxc3 Axe2 16 Rxe2 0-0 17 Tc1 Df5 18 Dd3 Dh5+ 19 g4 Dxh2 20 Txd5 Tae8 21 Td7 Dg2 22 Df5 (Había que jugar 22 Tc4) 22 ..Te5 23 Df3 (Después de 23 Dxe5 Dxg4+ 24 Re1 Dxd7 25 Tc7 Dd3 26 Dd4 Db3, a las negras sólo les faltaría desarrollar su torre; lo mejor parece 23 Df4 Te4 24 Df5 g6 25 Dd5 Dxg4+ 26 Rf1, con la idea Tc7, porque la activa posición de las dos torres blancas otorga ciertas esperanzas) 23 ..Txe3+ 24 Dxe3 (Contra 24 Rxe3 seguiría 24 ..Te8+ 25 Rf4 g5+ 26 Rf5 Dxf3 mate) 24 ..Dxg4+ 25 Rf1 Dxd7 26 Dxa7 Db5+ 27 Rg2 Dg5+, y Dao se rindió.
