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Aznar critica el 'corporativismo rancio' de los contrarios a las reformas educativas

El PSOE achaca las 'acusaciones' del presidente a la falta de apoyo social de sus leyes

La ministra de Educación, Pilar del Castillo, recibió ayer el firme apoyo del presidente del Gobierno a las reformas educativas proyectadas. Aznar cree que detrás de las críticas vertidas contra sus leyes, como la Universitaria, a la que se han opuesto los rectores, 'hay intereses en juego' y 'un corporativismo antiguo y rancio envuelto en la bandera de un progresismo trasnochado'. Los rectores, reunidos en Madrid, no vieron oportuno responder a los comentarios de Aznar. Para el PSOE, estas 'acusaciones' se deben a la 'falta de apoyo social' y a los 'viejos prejuicios' del PP.

Ya no es momento para 'escuchar monsergas', dijo Aznar en la Convención Nacional de Educación del PP. 'Pondremos en marcha las reformas, que es lo que España necesita'. Pero contra esas reformas proyectadas por el Ministerio de Educación ya se han anunciado movilizaciones para antes de fin de año y el presidente sabe que le van a dar al Gobierno algún dolor de cabeza: 'No va a ser fácil ni cómodo. Algunos se creen que la educación se la han inventado ellos, que es cosa de progres. Cuanto menos sea cosa de progres, mejor', zanjó.

Los socialistas achacaron las 'acusaciones' de Aznar a la 'falta de apoyo social' de sus reformas: 'El PP está solo y está demostrando que tiene que atacar a los sectores porque no tiene nada que defender de su proyecto', señaló la responsable de Educación en la Ejecutiva socialista, Carme Chacón, en referencia a la oposición a la ley universitaria manifestada por rectores y alumnos.

'Viejos prejuicios'

Según el PSOE, Aznar demuestra con este tipo de acusaciones que desconfía de todos, de los rectores, profesores, estudiantes, grupos parlametarios y sindicatos' y sus referencias a los progres reflejan 'que el único que tiene viejos prejuicios es el Gobierno del PP, que desconfía de la sociedad española'.

Ante varios cientos de militantes, Aznar afirmó que la calidad educativa es una prioridad para el Gobierno y lo será también en 2002, cuando España asuma la presidencia europea. Prometió elevar a la 'excelencia' la educación pública, pero advirtió que eso 'no es sólo una cuestión de recursos, sino de planteamientos y responsabilidad'. 'Ya no vale eso de pedir más y más'. 'Podemos enterrar paletadas de dinero' sin que el sistema educativo vaya mejor, dijo.

El presidente del Gobierno garantizó a los padres que podrán llevar a sus hijos al colegio 'de su elección' y les recordó que los valores y principios no pueden delegarse a los centros educativos. Repartiendo responsabilidades, a los profesores les toca 'transmitir conocimientos'. 'Los profesores no son animadores infantiles. Necesitamos profesores que enseñen y que no se tengan que dedicar a miedos y amenazas'. Y los alumnos deben ir a la escuela a aprender y a que se les reconozca el esfuerzo. 'Creemos en la evaluación, hay que ver quien es el que sabe para pasar de curso. Ésa es la buena marcha'.

Para Aznar es 'inevitable' que haya alumnos que salgan del sistema sin haber aprobado todo lo que está al alcance de sus posibilidades. Por eso se mostró partidario de ofrecer a los estudiantes distintas opciones para encauzar sus estudios: el sistema de itinerarios curriculares según el rendimiento del alumno que diseña la Ley de Calidad. 'Las soluciones homogéneas perjudican a los débiles' dijo.

Cuando le tocó el turno a la universidad, el presidente prometió que se premiará el mérito docente, y se 'hará realidad la formación permanente', aprovechando para ello 'el gran capital humano y los buenos gestores' con que cuentan los centros académicos. Alabó el sistema de evaluación de centros previsto por la nueva ley porque de esa forma se podrá 'elegir universidad libremente y llevar a los hijos adonde les enseñen'. Aznar lamentó la endogamia, 'que hace imposible la competencia' y dijo que la universidad tiene que ser 'una fábrica de pensamiento e innovación'.

El presidente ironizó sobre lo que, a su juicio, sucede en la universidad: 'Nosotros guisamos la investigación, nosotros comemos la investigación, y así, vaya el mundo como vaya. Esto no es', dijo.

El presidente del Gobierno, en el centro, acompañado de la ministra de Educación (primera a su derecha).
El presidente del Gobierno, en el centro, acompañado de la ministra de Educación (primera a su derecha).EFE

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