Un estudio de la Fundación BBVA plantea que la edad de jubilación se retrase más
La Fundación BBVA abogó ayer por la creación de incentivos económicos 'más fuertes' para retrasar la edad de jubilación tres o cuatro años, debido al crecimiento de la esperanza de vida, con el objetivo de evitar problemas en el sistema de pensiones español, en el que existen además incentivos 'exagerados' para que un trabajador se jubile anticipademente.
En ese sentido se pronunció el profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Minnesota, Michele Boldrin, durante la presentación de la investigación de la Fundación BBVA 'Sistema de pensiones y mercado de trabajo en España', en la que destacó que 'existe un sistema de incentivos en el diseño actual del sistema de pensiones español que te invita a dejar el trabajo anticipadamente'.
Boldrin reiteró que el sistema de pensiones español cuenta con incentivos 'muy fuertes' de tipo monetario para abandonar el mercado laboral antes de la edad de jubilación establecida. Además, consideró que con la reforma laboral de 1997 la situación no ha variado, ya que los incentivos son prácticamente iguales a los que existían con anterioridad.
El autor del libro, escrito junto con el profesor del Departamento de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid, Sergi Jiménez-Martín, y el profesor de Economía de la Universidad Tor Vergata de Roma, Franco Peracchi, abogó por la creación de incentivos económicos para retrasar la jubilación tres ó cuatro años, algo que, a su juicio, se puede conseguir modificando la legislación de pensiones.
'Si no se toman medidas para ofrecer a la gente incentivos para quedarse tres o cuatro años más en el mercado laboral se crearán unos problemas muy fuertes', agregó Boldrin. Asimismo, explicó que una de las principales ventajas del sistema privado de pensiones con respecto al público es que no existe la obligatoriedad de jubilarse para empezar a cobrar la pensión.
Una de las principales conclusiones de la investigación es que sería urgente abordar a través de medidas administrativas y legislativas apropiadas los principales factores de desequilibrio del sistema, entre los que destacan un crecimiento acelerado, muchas veces respondiendo a criterios más políticos que económicos, en el número de retirados con carreras contributivas cortas.
Efectos muy graves
Según se desprende del informe, este fenómeno tiene dos efectos muy graves: reduce fuertemente las contribuciones al sistema y aumenta más que proporcionalmente el coste en pensiones futuras. Asimismo, la práctica y la política de la jubilación anticipada favorecen en especial a los trabjadores de bajo nivel salarial y contributivo.
Una vez jubilados, según el informe de la Fundación BBVA, este tipo de trabajadores acaban recibiendo pensiones mínimas o, en todo caso, reducidas, a las que raramente se corresponden contribuciones efectivas al sistema público de pensiones en los años anteriores.
Por otra parte, la política de pensiones mínimas también favorece, según los autores del libro, a los individuos en los regímenes especiales, en particular, a los trabajadores autónomos que 'pueden sacar y sacan provecho' de la capacidad de cotizar por el mínimo a lo largo de toda su vida laboral.
