Kaspárov marca tres condiciones para negociar con la FIDE
Gari Kaspárov deja una puerta abierta para negociar con la Federación Internacional (FIDE). Es la deducción lógica de un largo artículo recién publicado por el número uno, que antepone tres condiciones: reconocer a Vladímir Krámnik como campeón del mundo; volver al ritmo de juego lento, en lugar del rápido que la FIDE ha impuesto; y cambiar el sistema de eliminatorias cortas por otro "más acorde con la tradición". Parece muy improbable que la FIDE las acepte.
A pesar de su lenguaje contundente (ver EL PAÍS de ayer), Kaspárov se muestra dispuesto a la negociación en varios párrafos de su artículo. El ruso no esconde su satisfacción por la llamada que recibió hacia abril o mayo de los directivos de Octagon, una multinacional dedicada al deporte profesional que firmó un contrato con la FIDE hace un año. Antes y después de ese contacto hubo otros dos con el nigeriano Emanuel Omuku, director ejecutivo de la FIDE, que Kaspárov delegó en su representante, el estadounidense Owen Williams, con resultados negativos.
"Ellos [Octagon] empezaron una conversación más seria conmigo, con posibilidades de éxito, y me dijeron que también estaban hablando con Krámnik. Querían organizar un torneo triangular con Krámnik y [Viswanathan] Anand [campeón del mundo de la FIDE]. Nuestra conversación fue bastante larga", admite Kaspárov antes de precisar que la FIDE ignoró por completo sus tres condiciones, dando a entender que los directivos de Octagon eran más receptivos. En otro párrafo, Kaspárov subraya que sólo admitirá ofertas que también se le hagan a Krámnik, además de insistir en que sus tres condiciones son esenciales.
De ahí su enfado al recibir una llamada -hace pocas semanas- de Zurab Azmaiparashvili, presidente de la Federación Georgiana, quien le ofreció, en nombre de la FIDE, "una cantidad muy considerable de dinero" por renunciar al anunciado torneo triangular con Krámnik y Anatoli Kárpov, para participar en el Mundial de la FIDE; ambas competiciones están previstas para finales de noviembre en Moscú.
La FIDE necesita a Kaspárov para captar patrocinadores y lograr el eco que merece un Campeonato del Mundo. Kaspárov necesita a la FIDE tras romper su relación con Brain Games, la empresa británica que organizó el Mundial oficioso del año pasado contra Krámnik. Pero las discrepancias entre ambas partes, que provienen del cisma causado por Kaspárov en 1993, son todavía demasiado grandes.
