Preguntas
Feliz todavía sin clase, pretendías comer acompañado por los Simpson, esa familia a través de la que los norteamericanos se burlan de sí mismos. Pero en la pantalla no eructaba Homer, humeaba un rascacielos, y enseguida un avión se estrelló contra el otro. Hollywood te ha acostumbrado a que lo más inverosímil parezca de verdad, pero nos costó asimilar que fuera justo al revés: que lo increíble estuviera sucediendo, pese a Canal 9 y Mar Flores. Entre repetidas secuencias del Apocalipsis insertaron la imagen del barbado, señalándole como gran enemigo, cerebro diabólico, genio del mal contra el que ni el Superman de los mejores tiempos hubiera podido. Y claro, te costaba entender que antes colaboró con la CIA, que a su vez apoyó a quienes ahora ayudan al sospechoso cuando combatían a los que entonces eran los máximos contrarios del Imperio, aunque ahora ya no existen o son aliados.
Consumada la devastación escuchabas, aterrorizado, a un sutil comentarista anunciando la Tercera Guerra Mundial. '¿Cuándo, cómo, quién contra quién?'. También preguntaste: '¿Cuántos muertos hubo en Hiroshima y Nagasaki?'. Mirabas, con desconcierto, los grupos de chicos palestinos aparentemente felices por la masacre. Pasaron 24 horas, los periódicos mostraban al bombero abrazando el cadáver de un bebé, y fotos de niños pasajeros que ya no podrán hacer preguntas. En Gaza, los tanques israelíes aplastaban la primera víctima del día después: una cría de 12 años que tampoco reclamará más explicaciones. Pese a todo, otro joven árabe de vuestra edad enarbolaba ante el consulado USA en Jerusalén un ramo de flores y un cartel: 'El terror es nuestro enemigo común'. Dudabas: '¿Quienes los buenos y quienes los malos?'.
Verás: otro 11 de septiembre, hace tiempo, hubo un golpe de estado en Chile, con muchos muertos, ideado por algunos norteamericanos que ahora abominan las leyes que -siempre transgredidas- prohíben asesinar al enemigo. Hoy todos nos sentimos golpeados, solidarios, pero en Bétera no quieren cuarteles de la OTAN y hacen bien. '¿Sigues en contra de la pena de muerte?'. '¿Pero hubieras matado para evitar esto?'. Qué difícil nos han puesto el examen de septiembre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.