_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pelotilleros

En Andalucía, PSOE y PP coinciden en algo: ambos tratan de convencer al electorado no de sus excelencias, sino de las graves taras que achacan al adversario. Y lo malo es que ambos pueden tener razón. Condenados a elegir otra vez entre Teófila y Chaves en las próximas elecciones -lo que constituye una invitación a la abstención o a votar con la nariz tapada-, no nos queda otro consuelo que el de mirar la política andaluza como si fuera un espectáculo. En esto, los dirigentes políticos andaluces nunca decepcionan: no tendrán muy claro qué pretenden hacer con Andalucía, pero al menos mantienen entretenido al electorado. Para ello, sirve cualquier argumento que esté de actualidad.

Semanas después de que se conociera el escándalo de Gescartera, seguimos sin saber qué es lo que ha fallado en una institución vital para el sistema financiero como la CNMV, pero, en cambio, el PP se ha apresurado a lanzar cortinas de humo buscando derivaciones del escándalo que afectaran al Gobierno andaluz. El asunto tiene su gracia: si hacemos caso a lo que sugiere el PP, en este asunto la CNMV no sería culpable, sino víctima, y los inversores que han perdido su dinero -sea blanco o negro, para el caso da igual- serían responsables y no meros damnificados.

Reconozco, de entrada, que -por razones éticas e incluso estéticas- tengo serias reservas personales hacia ese tipo de empresas que se llaman 'de comunicación' y que están dirigidas por supuestos periodistas que ocultan su auténtica vocación de pícaros vistiendo y desenvolviéndose como jefes de planta de El Corte Inglés. Hecha esta advertencia, es evidente que tratar de relacionar con Gescartera las relaciones entre la Junta y Asesores 2000 es -con perdón- mear fuera de tiesto.

Pero, a veces, estas columnas de humo resultan muy instructivas. Así, esta semana hemos podido conocer, incrédulos, con qué facilidad se gana la vida alguna gente y con qué generosidad se gastan a veces los dineros (públicos, por supuesto).

El martes, el diario Abc publicaba un supuesto 'informe' sobre el último congreso federal del PSOE que no era más que un rosario de ditirambos ensalzando a Manuel Chaves, líder de la gestora socialista que, aparentemente, lo había encargado y pagado. Hay que recordar que por aquel tiempo, julio de 2000, la figura de Chaves gozaba por parte de su guardia pretoriana de una campaña de culto a la personalidad de dimensiones maoístas. Era (¿recuerdan?) El Líder Indiscutible.

No es raro que se pague a una agencia de comunicación por hacer la pelota a un cliente. Estas agencias están para eso y se nutren de gentes como José Nevado con amplia experiencia en la materia. Pero, generalmente, la finalidad es que los piropos trasciendan a los medios de comunicación y no se queden en los cajones, como ha sucedido con dicho 'informe'.

Que se dé dinero a alguien para escribir piropos que sólo va a leer uno mismo roza ya la perversión. Es una práctica que tiene algo que ver con el onanismo. Pero pagando, que tiene más mérito. Y, además, con dinero de origen público, como el que manejan los partidos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_