Temor en los sectores exportadores valencianos por los efectos de los atentados en EE UU

Los sectores exportadores de la economía valenciana reaccionaron ayer con preocupación ante las previsibles consecuencias de la crisis provocada por los ataques terroristas en Estados Unidos. Las agencias de viaje fueron las primeras afectadas: los paquetes turísticos y los viajes de negocios a EE UU, los países árabes y Centroamérica sufrieron numerosas cancelaciones. Los industriales con presencia en los mercados americanos (calzado, mueble, azulejo, juguete y cítricos) no ocultaron su temor a una disminución de la demanda y al incremento del coste de la energía.

Aunque la salida de buques de contenedores desde el Puerto de Valencia -una de las principales puertas del Mediterráneo con el continente americano con 1,15 millones de toneladas anuales transportadas- continuaba ayer a ritmo normal, los efectos de los atentados en EEUU crearon una psicosis de miedo a los viajes aéreos. El presidente de la patronal de las agencias de viaje valencianas, Vicente Blasco, reconoció que los atentados han tenido una gran repercusión en el sector, que ha sufrido cancelaciones no sólo hacia EEUU y Centroamérica [el distribuidor de Miami continuaba ayer cerrado], sino hacia destinos turísticos musulmanes como Turquía, Tunez y Egipto. Blasco reconoció ayer que siguió la situación de crisis atentamente, ya que su hija Eva es la directora de la oficina del Instituto Valenciano de la Exportación en Nueva York, situada en el edificio Crysler de Manhattan. 'Fue desalojada tras los ataques y es imposible acceder a los centros de trabajo en una ciudad que sigue conmocionada por los atentados', dijo.

El presidente de la Confederación Valenciana de Cámaras de Comercio, Arturo Virosque, y el presidente del grupo Bancaixa, Julio de Miguel, señalaron ayer que hasta el próximo mes de octubre no será posible evaluar el efecto que los atentados sufridos por EEUU tendrá sobre las exportaciones valencianas a este país. Virosque reconoció que 'a muy corto plazo', esta crisis más que afectar va a asustar. El empresario se mostró convencido de que las repercusiones serán menores de lo que auguran otros pronósticos más catastrofistas. En la misma línea se manifestó la patronal autonómica Cierval, que expresó su convicción de que la economía local se resentirá 'lo mínimo posible' al tiempo que recordó la 'alta capacidad de adaptación' de los sectores productivos valencianos.

Mayor preocupación

Una mayor preocupación mostraron ayer desde la Cámara de Comercio de Alicante, donde subrayaron sus relaciones comerciales con Estados Unidos yrecordaron que la situación de desconfianza 'podría ocasionar problemas a algunos sectores y empresas, especialmente en los próximos días o semanas, pues los operadores nortemericanos ralentizarán en una primera fase sus intercambios con el exterior'.

Los sectores valencianos que más venden en EEUU son el calzado, que alcanzó entre enero y mayo una cifra de negocio de 20.000 millones de pesetas; mármol y piedra natural, con más de 5.000 millones; y cementos, alfombras, tejidos y especias. El sector de la madera y el mueble también es uno de los más exportadores. La Federación Valenciana de Madera afirmó que la situación afectará a la actividad y supondrá un 'bache' en el mercado americano, el segundo en importancia, aunque recordó que el 70% de sus ventas se producen en países de la Unión Europea.

La firma de cerámica decorativa Lladró mantuvo ayer cerradas sus dos tiendas americanas, en Beverly Hills y Nueva York para garantizar la seguridad de sus 200 empleados, mientras que Muebles Hurtado, que cuenta con una filial en Carolina del Norte y una sucursal en Miami, aseguraron que aunque esperan alguna repercusión los pedidos y envíos seguían ayer a su ritmo habitual.

La crisis motivó un refuerzo de la seguridad de los dos aeropuertos valencianos, el Puerto de Valencia y la factoría automovilística de Ford en Almussafes.