Camacho atribuye a su mala gestión y a la caída de la Bolsa el desastre de la agencia
Antonio Camacho, el dueño de Gescartera, encarcelado en Soto del Real (Madrid) por un presunto desfalco de 18.000 millones de pesetas correspondientes a 2.000 clientes, atribuye a su mala gestión y a la caída de la Bolsa la quiebra de su agencia de valores, que fue intervenida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado 15 de junio.
En una carta a la que tuvo acceso Tele5, el principal imputado por la juez Teresa Palacios pide perdón a los clientes afectados y alega que 'el problema surgido en Gescartera obedece a un desfase patrimonial por las pérdidas escalonadas y escalofriantes en Bolsa desde 1989. Todo el dinero se perdió y se fue disipando en el tiempo'. Camacho reconoce que en los años de bonanza económica 'no acertó' en las inversiones bursátiles. 'Para compensar las minusvalías', añade, 'se aglutinaron las operaciones en dos valores -Sniace y Radiotrónica- a los que nuestros especialistas internos y asesores externos daban un recorrido de alto crecimiento en el mercado', hecho que no se produjo. Ante esta desastrosa estrategia financiera, cuenta que tuvo que recurrir a un prestamista fuera de España. 'De ahí la aparición de la sociedad Martin Investment', añadió Camacho.
El dueño de Gescartera sitúa en octubre de 2000 la fecha en que los clientes comenzaron a exigir la devolución de su dinero, lo que originó más de 12.000 millones de descapitalización que, a su vez, le obligaron a 'acudir a sistemas de financiación con altos tipos de interés'. Camacho finaliza su carta recordando que nunca quiso eludir la acción de la justicia, que no robó y que no ha desviado dinero a cuentas propias en paraísos fiscales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.