La juez llama a declarar sobre el crimen de Pozuelo a dos ciudadanos polacos

La juez titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Majadahonda va a llamar a declarar a un jardinero polaco y a su mujer en relación con el crimen de Pozuelo. Ambos trabajaron en la vivienda del abogado Arturo Castillo y fueron despedidos pocos días antes de ocurrir el asalto y asesinato del letrado y las lesiones y vejaciones sufridas por su mujer y sus dos hijas. Con estas comparecencias, la juez tratará de aclarar si el ciudadano moldavo Pietro Arcan, presunto autor de los hechos, actuó solo o con ayuda.

Pietro Arcan, que nació en Mongoda (Moldavia), fue detenido el pasado 20 de junio de madrugada acusado de degollar al abogado Arturo Castillo, de 47 años, en el chalé de éste, en la localidad de Pozuelo de Alarcón. Arcan, que supuestamente había entrado en la vivienda para robar, hirió también de dos disparos en el abdomen a la esposa de Castillo. La hija mayor del matrimonio, de 17 años, recibió una cuchillada en el cuello. La menor, de 15, sufrió una agresión sexual. Todo ello, según la policía, en poco más de media hora y por un exiguo botín de 19.000 pesetas de las huchas de las adolescentes. Arcan, buscado por la Interpol por delitos cometidos en su país, tenía antecedentes en España por nueve robos perpetrados en el último año, la mayoría en chalés.

'En el mes de septiembre va a declarar un jardinero de nacionalidad polaca que estuvo trabajando en la casa y fue despedido días antes de que se cometieran los hechos, y parece ser que también va a prestar declaración la mujer del jardinero polaco', aseguró ayer, en declaraciones a Radio Nacional de España (RNE), Javier López Blasco, abogado de Arcan. El defensor del presunto asesino de Arturo Castillo cree que esta decisión tomada por la juez es para esclarecer los hechos del asesinato, 'por si ha habido alguna colaboración externa o si realmente ha sido él solo [Pietro Arcan] el autor de los hechos'.

López Blasco ha solicitado la realización de pruebas psiquiátricas a Arcan, que en todo momento ha negado la implicación en el asesinato de Pozuelo.

Incomunicado

El abogado declaró que aún no ha decidido cómo plantear la defensa y que esperará al resultado de las pruebas psiquiátricas que se están practicando al presunto asesino. Además, López Blasco añadió que su defendido permanece incomunicado en la prisión de Soto del Real, donde quedó ingresado desde finales de junio. Arcan sólo puede estar seis horas en el patio-tres por la mañana y otras tres por la tarde-, no puede hablar con nadie, escuchar la radio o leer libros o periódicos. 'Sólo ha recibido un paquete con ropa de un hermano suyo que vive en Moldavia', señaló López Blasco.

Además de ser el principal sospechoso del asesinato de Arturo Castillo, una mujer y su hija identificaron el pasado 20 de agosto a Arcan, en los juzgados de Coslada, como el hombre que las atacó en un portal de la localidad. Los hechos ocurrieron semanas antes del asesinato de Castillo. La hija iba a entrar en casa cuando Arcan la abrazó por detrás y empezó a manosearla. La madre, que acudió en ayuda de su hija, también fue agredida. Según las denunciantes, el agresor iba bebido. Ambas identificaron a Arcan, que llegó a Coslada fuertemente custodiado por efectivos policiales, en una rueda de reconocimiento con otros cuatro hombres.

Aunque, según fuentes judiciales, Arcan había cambiado su aspecto físico (se había dejado perilla), las dos mujeres lo reconocieron como el hombre que las atacó a principios de junio. Cuando las dos víctimas formularon sus primeras denuncias, en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía de Coslada, no pudieron identificar a su agresor, aunque explicaron que se trataba de un joven con rasgos físicos propios de los ciudadanos de Europa del Este.

Madre e hija acudieron de nuevo a la policía cuando vieron una foto de Pietro Arcan en los medios de comunicación y sospecharon que era el mismo hombre que las había atacado unas semanas antes.