Expedientado el profesor de la Complutense que descalificaba a los 'gay' en su libro

La Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha abierto un expediente sancionador a Juan Ignacio Hernáiz Blázquez, profesor titular de Ciencias de la Información, al considerar que 'existen indicios razonables de irregularidad en su función como docente'. Según la denuncia presentada a principios de julio por un grupo de alumnos de 2º de Publicidad, el docente obligaba a estudiar para el examen su libro Historia de la comunicación audiovisual: de Altamira a Parque Jurásico, un volumen editado por Editorial Universitas en 1999 y en el que tilda a los homosexuales de 'maricas' y a las lesbianas de 'marimachos' y 'bolleras'.

El rector de la UCM, Rafael Puyol, recibió a finales de julio el informe elaborado por la Inspección de Servicios de la Universidad, que dirige Víctor Santiuste. El informe concluye que la denuncia de los estudiantes de Historia de la Comunicación Audiovisual, que imparte este docente desde hace 27 años, está 'fundada', según aseguraron fuentes universitarias.

Puyol ha notificado ya al director del departamento al que pertenece Hernáiz (Juan Benavides) y al decano de la facultad (Javier Davara) su decisión de abrir expediente sancionador por vía de urgencia al docente, y ha nombrado juez instructor, el cual resolverá antes de finales de mes si absuelve o sanciona al profesor. Pero su decisión no es vinculante, y será finalmente el rector quien decida cómo cerrar el caso. Si la conclusión es que ha habido una falta -lo que parece más que probable-, la sanción podría oscilar entre una amonestación o la expulsión de la UCM.

El decano de Ciencias de la Información de la UCM, Javier Davara, aseguró ayer que está 'completamente de acuerdo' con que el expediente informativo a Juan Ignacio Hernáiz haya derivado en un expediente sancionador. 'Es bueno que se le haya formado un expediente para que recapacite en el futuro y se dé cuenta de que hay cosas que están por encima de la libertad de cátedra', dijo. En cualquier caso, Davara pidió al rector, Rafael Puyol, que, si el expediente no está resuelto antes del 2 de octubre (fecha de inicio de las clases), retire a Hernáiz de la docencia 'de forma cautelar' hasta que haya finalizado este juicio administrativo.

El juez instructor, cuya identidad no fue revelada por la Complutense 'para evitar presiones', deberá llamar de nuevo a declarar al centenar de alumnos de 2º de Publicidad que presentaron la denuncia y al propio Hernáiz, quien declinó ayer hacer declaraciones a este diario, antes de que se conozca si se absuelve o sanciona definitivamente al docente. Según Davara, el profesor declaró ante la Inspección de Servicios que en ningún momento había obligado a sus alumnos a adquirir su libro para la materia que imparte.

La versión de los alumnos denunciantes es bien distinta. Ellos aseguran que Hernáiz, un burgalés de 54 años, autor de otros cinco libros y colaborador de publicaciones como El Alcázar o Verdad y Vida, no sólo seguía durante sus clases este libro, sino que les imponía hacer un trabajo sobre él; además, una de las preguntas del examen consistía en explicar su particular visión sobre una cuestión concreta.

'Juventud pervertida'

Y es que el libro Historia de la Comunicación Social: de Altamira al Parque Jurásico no sólo tiene un claro contenido homófobo, según los estudiantes, sino que vierte opiniones cuanto menos curiosas. 'La libertad de comunicación social ha de permitir iconos eróticos para no caer en un puritanismo inquisitorial, pero no imágenes sexuales de la infancia, de los gays y de las marimachos en cueros', dice Hernáiz en la página 210 de este volumen. Otro ejemplo: 'La utopía siempre ha sido juvenil, pero en la sociedad de consumo gran parte de la juventud ha sido pervertida por la droga, el alcohol, el tabaco, la homosexualidad, el lesbianismo o el confort. Por tanto, los medios de comunicación social, pagados por el sistema, han de lavar sus cerebros sin experiencia de vida, machacar sus consciencias vírgenes, violar sus almas' (pagina 264).

Cuando el rector reciba la propuesta del juez instructor deberá determinar qué sanción imponer al docente, ya que el informe es prescriptivo pero no vinculante. Aunque la sanción puede llegar a la expulsión de Hernáiz, no es probable que supere los seis meses de suspensión de empleo y sueldo, ya que ésta fue la pena impuesta al catedrático de la Facultad de Educación Guillermo Quintana en 1998. El libro de Quintana, La psicología de la personalidad y sus trastornos, causó mucho más revuelo en las aulas universitarias.