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El ex subdelegado de Tarragona niega haber extorsionado a inmigrantes

El dimitido subdelegado del Gobierno en Tarragona, Raúl Navarro, se declaró ayer inocente de las acusaciones vertidas en su contra por tres ciudadanas rusas que aseguraron que les había ofrecido regularizar su situación en España a cambio de favores sexuales. Navarro prestó declaración como imputado el pasado jueves ante el Juzgado número 9 de Tarragona, que tramita las diligencias previas del caso, así como la propietaria del centro de masajes Irisha, de Salou, denunciado por las mujeres rusas como el lugar donde sucedieron los hechos.

En declaraciones a este periódico, Irisha R. aseguró ayer que en su testimonio ante el juez desacreditó el de las jóvenes denunciantes que, dijo, ya no trabajan en su centro y a las que acusa de participar en un 'juego sucio con intereses políticos'. Navarro, que testificó ante el juez acompañado de su abogado y en condición de imputado, dimitió de su cargo de subdelegado el pasado miércoles, y su cese fue aceptado el viernes por la delegada de Gobierno en Cataluña, Julia García Valdecasas.

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Navarro compareció ayer en público para reiterar que 'no existe ninguna causa judicial abierta' en su contra y augurar que las diligencias abiertas por la denuncia de las jóvenes rusas 'se archivarán en un breve espacio de tiempo, dada mi inocencia'. El dimitido subdelegado, que no aceptó preguntas por parte de los periodistas y realizó su alocución en castellano -generalmente habla en catalán ante los medios-, consideró 'increíble que se hayan filtrado determinados datos, muchos de ellos falsos, cuando existe secreto de sumario', anunció que en su momento exigirá responsabilidades y calificó de 'deplorable' el papel de algunos medios de comunicación porque 'juzgan a una persona que no está encausada'.

La investigación judicial se sustenta en el testimonio de las tres jóvenes rusas, que carecen de documentos que legalicen su residencia en España y que tampoco los han tramitado en ningún momento. Según fuentes cercanas al caso, trabajaron durante un tiempo en el centro de masajes Irisha, de Salou, que agentes de la Guardia Civil procedieron a registrar hace 15 días, cuando se inició la investigación.

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El vínculo existente entre este local y Navarro, según consta en las diligencias judiciales, es que en el registro se encontró el anterior número de teléfono móvil del ex subdelegado, correspondiente al periodo en el que ocupó el cargo de delegado de Trabajo en Tarragona.

Según Irisha R., Navarro había mediado a instancias de una asociación contra el cáncer de Tarragona para que su madre pudiera operarse en un hospital público. 'Por ello le estaré siempre agradecida', dijo Irisha. La mujer, cuyo negocio se anuncia como un centro de masajes 'de alto nivel' y que en los diarios locales ofrece a sus clientes 'rituales eróticos', niega que en su local se ejerza la prostitución y asegura que Navarro nunca ha estado en él.

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