¿Quién es Alfredo Argilés?

Es una costumbre digna de alabar, y que este periódico suele acometer, la de indicar en los artículos de opinión, amén de la persona que los firma, una frase a pie de página indicando su profesión, arte u oficio, con las únicas excepciones de aquellas personas que por gozar de una solvencia reconocida no precisan de tal aclaración.

Pues bien, desde hace algunas temporadas, durante el mes de agosto y en la edición de la Comunidad Valenciana, viene apareciendo una extensa columna dedicada al noble arte de la gastronomía titulada Sobremesa, en la que un señor llamado Alfredo Argilés -cuando menos así firma su columna- diserta sobre los más peregrinos temas relacionados con el comer, y en la que lo mismo arremete con la falta de profesionalidad de los camareros de nuestro país -edición del 11 de agosto-, que nos conmina a probar trufas blancas a 500.000 pts el kilo, siguiendo con frases del tipo 'existen restaurantes chinos buenos, sin ir a China; sólo hay que acercarse (sic) al Restaurante Colonial en Londres' -16 de agosto-.

Y yo me pregunto: ¿quién será este señor Argilés que come trufas a 500.000 pesetas el kilo y se 'acerca' a Londres como si tal cosa para comer en un chino bueno? Y no carece de importancia la duda, ya que en sus artículos alude a numerosos restaurantes y personas, conocidos unos y (a veces anónimas) otras, a las que quizá les gustaría saber (como a mí) qué conocimientos, méritos o titulaciones posee el señor Argilés que avalen sus opiniones.

Como aficionada que soy a la gastronomía me he cansado de indagar -por si acaso fuera un cocinero de renombre al que yo en mi ignorancia desconociese-, llegando incluso a preguntar a personas que aparecen mencionadas en sus artículos, y nadie ha sabido responderme ni quién es, ni a qué se dedica, ni su relación con la gastronomía.

Les quedaría muy agradecida si al pie de sus artículos pudieran ustedes reseñar cuál es la profesión de este señor, si es periodista o cocinero, restaurador o crítico gastronómico reconocido, si posee alguna titulación (la misma que él echaba en falta en los camareros españoles y no en lo extranjeros) o al menos cómo se gana la vida. Su profesión, arte u oficio vaya.