El PSC teme que los problemas de la inmigración enturbien las municipales

El complicado asentamiento de la oleada inmigratoria está ya planteado como problema en la agenda de numerosos alcaldes. Y así se reflejó ayer en la primera reunión de la comisión ejecutiva del PSC celebrada tras las vacaciones. La moción de censura de Pasqual Maragall al Gobierno de CiU será el punto culminante de este otoño para los socialistas, pero el asunto que ayer provocó más intervenciones y debate en la dirección del PSC fueron los conflictos originados por la inmigración.

La preocupación de los socialistas es harto comprensible, pues los conflictos en torno a la acogida de los inmigrantes han abierto fisuras incluso en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona. Los alcaldes socialistas se quejan de que los ayuntamientos son los que a la hora de la verdad han de lidiar con los problemas ocasionados por la ineficacia del Gobierno central a la hora de controlar el flujo migratorio y la del Gobierno catalán en el momento de darle acogida.

Los socialistas guardan un amargo recuerdo de la utilización de la demagogia en torno a la inmigración en las últimas elecciones municipales. Así fueron apeados del gobierno municipal en algunas localidades, como Manlleu. La dirección socialista decidió situar este problema entre los muchos que a su juicio justifican la censura del Gobierno de Pujol.

Al dar cuenta de la reunión, el primer secretario del PSC, José Montilla, explicó que la anunciada moción de censura persigue sobre todo dar fe de la existencia de una alternativa. 'Para demostrar que hay otra forma de gobernar, otro proyecto y otro equipo', dijo.

Los socialistas preparan los debates parlamentarios del otoño como distintas secuencias de mismo guión, que culmina en la presentación de la alternativa por Maragall. El primer debate será el de la financiación autonómica, en el que esperan dejar claro que el Ejecutivo de Pujol 'ha negociado mal', atado como está a los votos del PP en el Parlament. La Junta de Portavoces de la Cámara catalana decidirá el lunes si este primer debate se celebrará los días 5 y 6 o 12 y 13 de septiembre. Luego vendrá el debate sobre la orientación política general del Gobierno, que previsiblemente se celebrará en la primera semana de octubre. Los socialistas quieren convertirlo ya en una censura al Ejecutivo. Y finalmente preparan el debate sobre la moción de censura, en la segunda mitad de octubre, como el momento privilegiado para dar a conocer a la opinión pública la alternativa de Maragall.