"El que dice que en el fútbol todo está inventado no tiene ni idea"
La cara, mofletuda. La risa, ingenua. Y la expresión, campechana y veloz. José Antonio Camacho (Cieza, Murcia, 8 de junio de 1955) dice estar más entusiasmado como seleccionador español de fútbol que el primer día, hace ya casi tres años.
Pregunta. Luis Aragonés y Javier Irureta coinciden en que el futbolista español está tres años por detrás del argentino.
Respuesta. El uruguayo o el argentino se curte más al salir de su país; se encuentra más solo que el español, que se queda aquí y lo tiene todo en casa. Está arropado.
P. ¿Es bueno que salga de España?
R. Es buenísimo si juega. Internacionales como Farinós, Marcelino, Javi Moreno..., no juegan. Incluso Mendieta ha tenido problemas. Los argentinos y los brasileños son titulares allá donde van.
P. ¿Cómo motiva a unos jugadores millonarios que dan prioridad a sus clubes?
R. Hay ilusión por venir. Si Raúl o Mendieta no fueran internacionales no tendrían tanto cartel. Para muchos, sería más fácil, con 57 partidos, esconderse y no venir, pero quieren venir.
P. ¿Quién le parece el mejor del mundo?
R. Depende del momento. Yo no soy un aficionado, sino un profesional. No puedo decir: 'Éste es el mejor'. Porque, a lo peor, al mes que viene ni la toca. Me gusta mucho Rui Costa. También, Zidane, Kluivert, Raúl, Mendieta...
P. Como seleccionador, ha ganado 21 partidos, empatado seis y perdido seis. ¿Nota que ha bajado el entusiasmo?
R. Si tú creas una aureola de que vas a ganarlo todo y no lo ganas, parece que hayas hecho algo malo. Pero los seis perdidos mire contra quiénes ha sido.
P. ¿Qué opina del encuentro de Albelda ante el Real Madrid?
R. Hizo su trabajo. Las faltas tácticas son cada vez más necesarias si quieres ganar algo. Otra cosa es el romanticismo. Si tú estás bien colocado, hay pocos espacios. Y, si hay pocos espacios, cada vez hay más contacto. Hay jugadores técnicos que también hacen muchas faltas. Para eso está el árbitro, para que se desarrolle el juego.
P. Al principio, sorprendió por sus elecciones (Fran, Guardiola, Valerón...) y su propuesta tan ofensiva. Ahora ha convocado a Albelda y José Ignacio, jugadores más de brega. ¿Un camino inverso?
R. La filosofía de un técnico se ve viéndole entrenar: si tú entrenas patadón p'arriba o jugando al fútbol. Normalmente, de los dos que juegan conmigo en el medio, uno es de enlace ofensivo y el otro más de contención. No están Guardiola, Baraja o Helguera. José Ignacio llega mucho a gol y está jugando de otra manera. Albelda es más defensivo y puedes poner delante a uno de más llegada.
P. ¿A Xavi lo ve más como medio centro o como media punta?
R. Como organizador. Xavi ve el pase que no ven otros, pero también sabe colocarse y defender.
P. Usted declaró que un entrenador no podía estar tres años en un equipo siendo él mismo. Puesto que debutó en noviembre de 1998, ¿sigue siendo el mismo?
R. La selección es diferente. En un club, o te cambian a todos los jugadores o a ti. Si mantienes las mismas ideas, el jugador termina de ti hasta las narices. En la selección, tú puedes hacer un Europeo, un Mundial y poco más.
P. ¿Se irá después del Mundial?
R. Depende de cómo salgamos, pero no quiero que se especule.
P. ¿Repite los entrenamientos?
R. Muy poco. Todos los entrenamientos son repeticiones, pero a la hora de mantener el balón lo puedes hacer con 17 ejercicios diferentes. Cuando oyes decir a alguien que en el fútbol está todo inventado, ése no tiene ni idea.
P. ¿Cómo se mantiene al día?
P. Veo entrenamientos de mucha gente y los adapto a mi manera de ser. Usted y yo podemos hacer el mismo ejercicio en el campo y resultar ser muy diferentes por su modo de dirigir y el mío. Hay que buscarse 200 ejercicios para que no se te aburran.
P. ¿Llama a jugadores que no están a tope?
R. Sí. Porque el contrario les tiene un respeto. Yo lo he vivido como futbolista. Cuando decían la alineación y Fulano no jugaba, uff, cogías como aire.
P. ¿Por qué ha cambiado tanto de seleccionados?
R. Pues he tenido que usar a ocho o diez centrales porque a casi todos los han operado: César, Marcelino, Nadal, Sergio... Ahora están Hierro y Nadal y me dicen que tienen muchos años. ¡A mí qué me importa si me funcionan!
P. ¿Los mejores defensas son veteranos?
R. El descaro ofensivo es bueno, pero el descaro defensivo puede provocar un desastre.
P. Tras caer ante Francia en la Eurocopa, ¿pensó que España había sido demasiado pardilla?
R. No, nos gana porque es mejor y tiene más suerte. Después les ganamos en un amistoso jugando igual. Pero, cuando nos robaban el balón, hicimos tres faltas más, como hacen ellos.
P. ¿El modelo es Francia?
R. Sí, es la campeona del mundo y europea. Y en organización, también. Aunque cada país es diferente. Sus clubes no son grandes y allí la selección puede hacer y deshacer. Aquí, no. Aquí he intentado que los jugadores se quiten el velo cuando jueguen contra Brasil, Francia, Argentina...
P. ¿Está acomplejado el jugador español?
R. Eso se va quitando porque hay muchos extranjeros. En mi época había mucho complejo: venía al Madrid Netzer, de Alemania, y..., uff, 'que viene Netzer'. Les pido que salgan al campo a demostrar que tienen esa categoría. Lo que pasa es que luego la presión que tiene el futbolista español y la condición física es totalmente diferente.
P. En Italia también hay mucha presión.
R. Sí, pero aquí ha llegado Zidane y ha dicho que en Italia nunca le habían pedido 150 entrevistas. Que venga de ser campeón de Europa y de la Juve y diga que no está acostumbrado a esto es significativo.
P. ¿Y por qué los españoles acusan más la Liga que los brasileños o los franceses?
R. El grueso de los brasileños no juegan con la misma tensión que aquí. El fútbol en Inglaterra o Francia no tiene la presión de aquí, donde hay 70 periodistas para un entrenamiento.
P. Usted ha dicho que España no tiene un estilo. ¿En casi tres años no ha conseguido dárselo?R. España juega con el mismo sistema desde que yo llegué. Otra cosa es que el fútbol italiano haya sido el catenaccio; el alemán, la fuerza; el argentino, más listo; el brasileño, más técnico... Esto le falta al español. ¿Qué lo da? Un título. Cuando España ganó la Eurocopa [1964], se tiró un tío en plancha [Marcelino], metió un gol y durante años se habló de la furia. La ideología futbolística la tienen el Barça, el Madrid, el Depor..., pero vienen aquí y quieren que esto se conjugue. Eso es muy difícil.
P. Habla de fatiga, pero el Mundial empieza el 31 de mayo de 2002 y tendrá el mismo problema.
R. Peor, porque va a terminar todo más tarde y vas a tener que adaptarte a un país. La solución sería la reducción de dos equipos en la Liga. Cuatro partidos se notan.
P. ¿Recuperará a Guardiola?
R. Confío en que juegue.
P. ¿Fue injusto con Molina?
R. En absoluto. Jugó en la selección y puede volver.
P. ¿Por qué esa indefinición en la portería?
R. No ha habido un portero como Zubizarreta, Arkonada, Iribar..., que marcaron una época. Empezó Molina. Después, Cañizares. Apareció Iker [Casillas]. Y ahora está Cañizares.
P. ¿Es adicto al trabajo?
R. Sí, me encanta. A veces es de broma porque en casa veo todos los partidos y los niños [tiene tres hijos, el mayor de 22 años] me dicen: '¿Qué? ¿Trabajando?'. Los fines de semana, barro. Tengo cuatro pantallas y puedo ver cuatro partidos a la vez: uno empieza a las siete; otro, a las siete y tres; otro, a las ocho, y otro, a las nueve. Así veo el ritmo de los equipos.
P. ¿Cómo se relaja?
R. Siempre estoy relajado. Lo que no sabría es qué hacer sin el fútbol. Me da la posibilidad de ir a San Petersburgo, que no había estado nunca. O a Amsterdam y dar un paseo por los canales. Eso no lo podía hacer antes porque estaba todo el día concentrado.
P. ¿Le gustaría ser más frío?
R. Soy bastante frío. Pero, si hay cosas que se están produciendo y que no te gustan, hay que pegar dos voces para que eso se tranquilice y empiece a funcionar.
P. ¿Es muy nervioso?
R. Normalito. Vivo con la tensión del fútbol desde los 17 años, cuando debuté como profesional. Mi familia no tiene la culpa de que pierda un partido.
P. ¿Qué lee aparte de fútbol?
R. Leo constantemente. He leído la vida de Jesucristo.
P. ¿Es maniático?
R. No. En el autobús me pongo en el asiento número 3, pero no por ganar o perder, sino porque ahí va la barra y, si pasa algo, tenemos más protección (risas).
P. ¿Es tan patriótico como lo pintan en las caricaturas?
R. Como los demás. Me considero murciano y español. Pero hay gente que es muy hipócrita: si eres español, eres español y no tienes que renunciar a serlo. Mi padre es socialista toda la vida. Y estuvo en la guerra y después en la cárcel seis años [por republicano].
P. ¿Qué edad tienen sus padres?
R. Mi padre, 89, y mi madre, 87. Viven en Albacete y les doy la atención que merecen. Tengo dos hermanos con ellos y otros dos en Cieza. Están muy orgullosos, claro. Somos de una familia muy humilde de carpinteros.
P. ¿Qué le parece Eva Sannum como futura Reina?
R. Lo tendrá que decir el Príncipe. Este mundo es demasiado rollo: hay corrientes de opinión que hoy dicen una cosa y mañana otra.
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