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Crónica:Primera jornada de Liga | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Rayo regala tres puntos al Villarreal

El Rayo instauró el día del regalo en Vallecas y Craioveanu, un tipo que habitualmente se lo pasa pipa en este escenario, se aprovechó de tanta dadivosidad. Le hizo el Rayo un canto al absurdo y el Villarreal se vio con dos goles que ni en el mejor de sus sueños. Véase el primero: progresó Craioveanu por la izquierda e intentó combinar con un compañero. No lo encontró. Pero sí encontró a Peragón, para más señas jugador del Rayo, que le devolvió el balón en lo que resultó ser una pared perfecta. El Villarreal, sin duda sorprendido porque nunca le fue tan fácil marcar un gol -al menos hasta que marcó el segundo-, aceptó de buena gana el regalo y optó por darle el balón al Rayo. Que lo movió con criterio, siempre buscando a Míchel en la media punta.

RAYO VALLECANO 1| VILLARREAL 2

Rayo Vallecano: Etxeberria; Alcázar, Corino, Hernández (Bolo, m. 58), Graff (Granov, m. 82); Roy, Quevedo; Peragón (Glaucio, m. 62), Míchel, Arteaga; y Bolic. Villarreal: López Vallejo; Calleja (Quique Martín, m. 72), Quique Álvarez, Unai, Arruabarrena; Jorge López (Guayre, m. 87), Amor, Galca, Galván; Víctor y Craioveanu (Palermo, m. 76). Goles: 0-1. M. 18. Craioveanu progresa por la izquierda, intenta hacer la pared con un compañero, el balón rebota en Peragón y le vuelve a Craioveanu, que regatea a un rival y cede atrás para que Jorge López fusile. 0-2. M. 39. Quevedo, desde el borde del área propia, cede hacia atrás a Corino, que no llega al balón, lo que aprovecha Jorge López para ceder a Craioveanu, que marca. 1-2. M. 43. Envío largo de Michel a la izquierda, donde recibe Arteaga, que entre en el área, regatea a Galván y marca por bajo con la pierna derecha. Árbitro: Pérez Pérez. Amonestó a Bolic, Graff, López Vallejo, Calleja, Quique Álvarez y Arruabarrena. Unos 7.000 espectadores en Vallecas.

Se vino arriba el Rayo, como queriendo demostrar que el gol encajado no había sido sino un accidente. Pero no. El gol encajado sólo fue la antesala de otro disparate de difícil explicación. Quizo retrasar Quevedo hacia Corino, lo que no hubiera sido nada del otro jueves si no llega a ser porque Corino estaba en otro lado. Y el que estaba allí era Jorge López, que nunca imaginó tener tanto aliado en el equipo contrario.

Entre tanto despropósito surgió Arteaga para poner algo de cordura en el Rayo e inventarse un gol magnífico. Cuarenta y cinco minutos quedaban, todo un mundo en el que el Rayo, que acusó la interminable lista de bajas, demostró llevarse a patadas con el gol. El Villarreal pudo sentenciar al contragolpe, lo que hubiera conseguido de no ser porque Etxeberria decidió que ya estaba bien de regalos.

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