UN DUELO ENTRE HARVEY KEITEL Y MICHAEL CAINE

Harvey Keitel, Mira Sorvino y David Arquette trabajaron hace unos meses a las órdenes del norteamericano Tim Blake Nelson en The grey zone, una película sobre los horrores del campo de concentración de Auschwitz. Mientras tanto Michael Caine, Tom Courtenay y Helen Mirren rodaban Last orders, cinta inglesa del australiano Fred Schepisi sobre un grupo de amigos de un barrio popular del sur de Londres. Ahora coinciden en la gran pantalla del Kursaal donostiarra. Ambas películas competirán, junto a otras 14 cintas, por la Concha de Oro del 49º Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que se celebrará entre el 20 y el 29 de septiembre próximos.

Sus rostros son los más internacionales de la lista de títulos avanzada ayer por los organizadores del certamen. En la sección oficial prima el cine europeo, como en otras ediciones -de las 16 películas anunciadas, 11 llevan la firma de este continente-. Pero, sin duda, la nota dominante del programa es la heterogeneidad. El festival proyectará películas de todos los géneros y de las temáticas más variadas.

Habrá una buena dosis de compromiso con la realidad más actual. La más cercana, la que exhibe José Luis Guerín en En construcción. El cineasta utiliza como excusa la reconstrucción de un edificio en pleno corazón del antiguo barrio chino barcelonés para fundir historia, vida y cine y hablar de las transformaciones urbanas, la inmigración y la xenofobia. La de Guerín no será la única cinta española en competición. Manuel Gutiérrez Aragón concursará con Visionarios, ambientada en los últimos años de la República, y Vicente Aranda concurrirá también con un filme histórico: Juana la loca, un retrato de la reina Juana de Castilla, hija de los Reyes Católicos, protagonizado por Pilar López de Ayala.

Pero esta edición del certamen, la primera que dirige Mikel Olaciregui, no se ha limitado a programar autores consagrados. En su selección se plasma su apuesta por encontrar nuevos caminos. Presentará Magonia , película holandesa de Ineke Smits sobre el poder de la imaginación, que compite además por el Premio Nuevos Directores. Igual que The warrior, el primer largometraje de Asif Kapadia, que soprendió hace tres años en Cannes con el mediometraje The sheep thief. La presencia de la cinematografía europea se completa con las francesas Le vélo de ghislain lambert, de Philippe Harel y C'est la vie, de Jean Pierre Améris; la danesa Truly human, de Ake Sandgren, y Escape to paradise, filme sobre la llegada de una familia de kurdos a Suiza.

Tampoco faltarán cintas chinas, una constante en las últimas ediciones del festival. Ann Hui presentará Visible secret, una historia urbana de fantasmas que combina la comedia con elementos del cine de terror. Y He Jian Jun concursará con Butterfly smile, un filme sobre la obsesión, la seducción y el complejo de culpa. La competición se completa con dos cintas latinoamericanas: La fuga, de Eduardo Mignona, una coproducción hispanoargentina protagonizada por Miguel Ángel Solá, y la chilena Taxi para tres, de Orlando Lübbert.