La costa granadina gana estrellas

Las malas comunicaciones han hecho que durante décadas la costa granadina haya permanecido al margen de un amplio desarrollo turístico. La proyección de buenas carreteras, aunque sea a años vista, proporciona ya sus primeros frutos: los grandes grupos inversores hoteleros ya han empezado a colonizar estas tierras, hasta ahora vírgenes de complejos de alto nivel. Más de 50.000 millones de pesetas de inversión privada prevista darán un vuelco al turismo de esta costa, cuyos visitantes eran hasta ahora asiduos a los pisos de alquiler, hoteles de baja categoría o pensiones.

Los principales municipios de esta zona esperan multiplicar al menos por cinco el número de plazas hoteleras, que si ahora no llegan a 6.000 en no más de cinco años pueden convertirse en 30.000. Y además, en su mayoría, de lujo.

En Almuñécar se ha encendido la mecha. Este verano se han abierto dos hoteles de cuatro estrellas (Meliá y Bahía Tropical) y uno más de tres estrellas se encuentra en construcción (Victoria Playa). Las 1.200 camas más que estos nuevos establecimientos han dado al municipio no son más que el principio porque, sólo contando los proyectos concretos ya existentes, está previsto que se pase de las 4.000 plazas hoteleras actuales a 10.000. Salobreña y Motril, tras la estela de Almuñécar, siguen un rumbo parecido, pues en pocos años habrá más de una treintena de nuevos hoteles, en su mayoría de alta categoría.

Promoción

Los inversores turísticos han acudido a esta zona impulsados no sólo por el atisbo de sustanciales mejoras en las conexiones (la autovía de Granada a Motril y la de Adra a Nerja), sino también porque los propios municipios promueven desde hace varios años este tipo de construcciones mediante la calificación de uso hotelero de la mayor parte de los terrenos libres, el incentivo económico y la promoción directa. Almuñécar, por ejemplo, exime a las nuevas empresas hoteleras del pago del 75% de cualquier tipo de impuesto municipal.

En Motril, durante diez años (desde la aprobació del anterior plan urbanístico) se ha contenido la construcción de edificios residenciales en determinadas zonas de especial interés, que se han reservado para inversores fuertes. 80.000 metros cuadrados de Playa Granada (Motril) se convertirán a partir de 2003 en un amplio complejo hotelero de cuatro estrellas, con campo de golf, piscinas, restaurantes o servicios de talasoterapia, que en total suman una inversión de 7.000 millones de pesetas.

Salobreña es una de las zonas que, con sólo medio millar de plazas hoteleras, se ha desarrollado menos. Pero sus previsiones no son más modestas, pues en menos de tres años se van a construir 15 o 16 hoteles y se van a invertir en ellos alrededor de 20.000 millones.

Para acoger un turismo de lujo no es suficiente con la construcción de hoteles, pues se demanda una amplia oferta de servicios en los que Almuñécar o Motril ya trabajan: campos de golf, un parque subacuático o centros ecuestres.