COSTELLO REEDITA SU OBRA
El artista de Liverpool celebra con docenas de grabaciones inéditas sus 25 años de carrera musical. A partir de septiembre saldrán a la luz sus composiciones más extrañas
Declan Patrick McManus (Liverpool, 1955), de lejos uno de los compositores más influyentes en el mundo de la música popular durante la segunda mitad del siglo XX, ha decidido abrir de par en par sus archivos personales para celebrar sus primeros 25 años de fructífera carrera. Elvis Costello reeditará su obra completa a partir de septiembre en formato de álbumes dobles, con el trabajo original en el primer disco y docenas de temas inéditos, rarezas y versiones alternativas en el segundo.
Nacido no muy lejos de la casa de su buen amigo Paul McCartney, el joven McManus empezó a dar rienda suelta a su talento a los 21 años con un grupo de country-rock, Flip City, de efímera existencia. Aquel proyecto sirvió, sin embargo, para que el avispado directivo discográfico Jake Riviera se fijara en él y lo fichase para su compañía, la independiente Stiff Records, con la intención de convertirlo en un estandarte del emergente movimiento nuevaolero. El esplendoroso álbum de debú, My aim is true (1977), era, desde luego, mucho más que una descarga de new wave: había algo de punk en su actitud pasional y vigorosa, y sobre todo había canciones grandísimas que, como en el caso de la balada Alison, siguen emocionando un cuarto de siglo después.
El tiempo ha demostrado que aquel antiguo programador informático de la IBM, muchacho de inseparables gafas de pasta y gesto entre despistado y socarrón, era del todo inclasificable. Costello ha sido capaz de enamorar a Chet Baker con Almost blue, escribir un disco entero junto a un cuarteto de cuerda (The Juliet letters, con The Brodsky Quartet), aliarse con la vanguardia neoyorquina (Bill Frissell) o los mejores intérpretes irlandeses de música celta y flanquear a músicos tan serios como el compositor británico John Harle o la cantante Ute Lemper. Por supuesto, Elvis Costello ha escrito puñados de incontestables himnos pop, ya sea en solitario o con compañeros ilustrísimos: el extraordinario álbum Painted from memory (1998) recoge su cancionero a cuatro manos con Burt Bacharach, mientras que de sus intensivas sesiones de escritura con McCartney surgieron piezas como Veronica, That day is done o la chisporroteante My brave face.
Ahora, coincidiendo con sus bodas de plata en el negocio, Costello se ha decidido a mostrar el abundante material que en todos estos años aún no había visto la luz. Las primeras entregas de sus discos ampliados corresponden a My aim is true (1977), Spike (1989) y All this useless beauty (1996), tres de sus trabajos más representativos en cada década. Más tarde llegarán cerca de 15 obras más, con periodicidad trimestral y precios relativamente asequibles.
'El material adicional de My aim is true es, quizás, el menos significativo', admite el propio Elvis, que ha escrito extensas introducciones para los libretos de cada reedición.
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