Inquietud ante la nueva era
Una pretemporada convulsa la que ha atravesado el Málaga, que encara su tercer curso en la Primera División ofreciendo una imagen que en nada invita a la tranquilidad de la afición. El adiós de Fernando Puche, el presidente que lo sacó de Segunda B y lo asentó en Primera, ha supuesto también un cambio en el modo de operar en el club. Su nuevo dirigente, Serafín Roldán, ha entrado en el club como un elefante en una cacharrería. Hasta ahora, su gestión no ha hecho más que suscitar críticas de quienes no conciben la visión mercantilista que tiene del club.
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