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CULTURA Y ESPECTÁCULOS

BJÖRK INICIA SU GIRA EUROPEA EN UNA IGLESIA Y EN UN CINE DE PARÍS

La cantante islandesa asegura en la capital francesa que la esencia de su música es la artesanía y la generosidad

La cantante islandesa Björk ha comenzado en París la gira de presentación de su disco Vespertine. Ofrecerá cuatro recitales. Dos de ellos serán en el Rex, un cine art decó con 2.500 plazas, y los otros dos en la capilla gótica de la Saint Chapelle, un espacio que no puede acoger a más de 300 personas y en el que ella actuará los próximos jueves y sábados cantando sin micrófono.

'Por formación y por herencia familiar, soy una artesana, alguien a quien le gusta trabajar en su taller con sus herramientas. Vespertine es la antítesis de Homogenic, mi anterior álbum, que era muy extravertido, un poco macho, dopado a base de decibelios. Ahora abordo una temática íntima, personal, trato de los pequeños placeres domésticos o del descubrimiento de un mundo interior. Quería poder compartir eso con el público, pero hacerlo en condiciones parecidas a las de mi casa. De ahí la elección de los locales', señaló ayer la cantante en París.

Tras los cuatro conciertos parisienses, Björk irá a Londres, Stuttgart, Lausanne, Francfort, Lille, Londres, París de nuevo, Lyón y Barcelona, ciudad en la que espera ser acogida en el Liceo. La cantante va acompañada de la arpista Zeena Parkins, el grupo electrónico Matmos, un coro de mujeres islandesas y una orquesta sinfónica. Eso, y el pequeño aforo de los locales escogidos, hace que la gira no sea rentable y que la propia Björk intervenga, a pérdidas, como financiera. 'La esencia de mi trabajo es la generosidad', manifiesta la artista, mientras explica que 'entre el 80% y el 90% de mi nuevo disco ha sido compuesto con la única ayuda de un ordenador portátil, en solitario. Era un desafío que quería plantearme'.

En el Rex, Björk ha presentado un recital dividido en dos partes. En la primera, al margen de un tema de Bailar en la oscuridad, sólo ha cantado canciones de Vespertine. La segunda parte está más dedicada a sus grandes éxitos. Los dos trajes que lleva la artista son de Alexander McQueen y el segundo es una auténtica provocación sonora: sus brillantes piezas, de un material rojo, entrechocan entre sí como campanillas de un trineo cada vez que Björk se desplaza por el escenario.

La puesta en escena es sobria. Primero sirven de decorado unos dispositivos de figuras de hielo. La artista quería haber podido cantar ante auténticas esculturas de hielo que hubieran ido fundiéndose. No pudo ser. En la segunda parte, el telón de fondo es la luz. 'Creo que Vespertine es mi álbum más islandés, aquel en que más se nota que vengo del Norte. También es el que mejor refleja mi veneración por la naturaleza, un sentimiento de trascendencia respecto a ella'.

Björk se explica con desarmante sinceridad, de manera muy comunicativa y sonriente. Los organizadores franceses han escogido para su conferencia de prensa la sala principal de la sede del PCF, un espacio concebido por el arquitecto Oscar Niemeier y que durante tantos años fuera el sancta sanctorum de las decisiones del más estalinista de los partidos comunistas occidentales. 'Les aseguro que eso no significa que esté dispuesta a comenzar una carrera política', concluyó bromeando Björk.

Björk, en París.
Björk, en París.DANIEL MORDZINSKI

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