Jacobinismo islandés
Wellcome to Island. Europa es una entidad extraña. Está formada por más comunidades lingüísticas que comunidades políticas. De lo que se desprende que la identidad europea, si existe, tiene mucho que ver con ese estado continuo de rumba... lingüística. De hecho, en toda Europa sólo hay un Estado en el que coinciden su lengua oficial y su frontera: Islandia. La sensación, cuando viajas por Europa con cierta oreja lingüística, es que la opción preponderante de los Estados y de las entidades nacionales europeas es la islandización, la certeza de que las fronteras y las fronterillas lingüísticas no sólo existen, sino que van a misa.
- Una misa. Hola. Estoy en Perpignan / Perpinyà. Capital del departamento de Midi-Pyrénnées, región de Languedoc-Roussillon, Francia. El 14 de julio, fiesta nacional de todo eso junto. La cosa consiste en a) ofrenda floral a los enfants de Perpiñán caídos cuando Pétain era cabo y cuando Pétain era presi; b) cantada de marsellesas; c) cóctel de acólitos ofrecido por la Mairie. Por la noche, d) hay bailongo que e) este año peligra porque f) llueve. Los usuarios del 14 de julio son abueletes cargados de medallas y de banderas tricolores, algunos de origen español, que aguaron el Adolf Hitler European Tour 1939-1945, abueletes de cuando en Argelia se practicaba el intxaurronding, tipos que hicieron la mili y les gustó, hijas del cuerpo y señoras con cuerpo de esposa de militar. Los usuarios del acto tienen aspecto de usuarios del máximo común divisor de cualquier fiesta nacional en Europa, esos actos que tienen un algo de guateque orangista. Quizá lo que les une a una lógica colectiva más amplia es que sólo hablan francés y que comparten una intelectualización de su entorno conocida como jacobinismo, un concepto que comprenden y comparten todos los partidos políticos franceses.
En toda Europa sólo hay un Estado en el que coinciden su lengua oficial y su frontera: Islandia
- El jacobismo y tú. El jacobinismo es la originalidad francesa para ¿islandizar? Francia. Carece de violencia e incluso tiene valores progresistas. Nace con la Revolución, es la Revolución y un francés, socialista y descendiente de españoles exiliados, me lo dibuja así: 'Si ahora en Córcega quieren hablar corso, eso supondrá eliminar la Revolución y negar la igualdad y una lengua que ha supuesto la integración de todos los franceses y de todos los venidos a Francia'. Como ven, el ejemplo del yuyu escogido por este hablante es Córcega y no Catalunya Nord, lo que puede indicar que el jacobinismo ni siquiera se plantea Catalunya Nord como una entidad diferenciada lingüísticamente. El jacobinismo, por cierto, es tan fuerte que ha paralizado la normalización de lenguas francesas permitidas por ley tras la guerra. Y al parecer está amenazando con vaciar de contenido la recientísima ley al uso de Jack Lang. O Jack el Deslengualizador, como, glups, le llaman por aquí arriba.
- Islandización de Catalunya Nord. El éxito del jacobinismo en la Cataluña francesa ha sido arrollador. Pla lo dibuja así: 'Al anomenat Rosselló no solament s'ha aconseguit substituir una llengua, sinó l'oli per la mantega'. La francesización del hablante de esta zona, integrada en la Corona de Aragón hasta 1659, empieza después de la Revolución y ya entrado el siglo XIX. Esta mañana, a primera hora, los datos más optimistas señalan que el 30% de los 400.000 ciudadanos franceses de esta zona tienen cierta competencia lingüística en catalán. Es un enigma saber cuántos lo hablan normalmente si exceptuamos a los gitanos, un colectivo que ha vivido al margen de la Revolución -y del Código Civil, ese invento revolucionario-. Bueno. Hablo con Pere Manzanares, presidente de la Associació Arrels y de la Federació d'Entitats Culturals Catalanes de la Catalunya Nord. Explica que en Catalunya Nord, una suerte de Andalucía francesa, diversos factores -que convergen en la depresión económica de la zona- han confluido en rebajar el uso público del idioma catalán en los últimos 30 años. Los movimientos del 68, así como el prestigio de la lengua catalana al otro lado de la frontera -la existencia en el sur de riqueza, de una enciclopedia y de una tele en catalán-, ha supuesto cierto orgullo en la utilización de la lengua, que ahora nadie llama patois. L'USAP, el club de rugby de Perpiñán, parece ser el aglutinante de ese orgullo catalán nuevo. L'USAP, por lo que comprendo, es una mezcla de Barça -es una pasión plurisignificante- y del Nápoles -es el orgullo sudista de un país deprimido-. Ese orgullo, por cierto, carece de nacionalismo o, al menos, muy pocos ciudadanos votan partidos no estatales. Ahora se ha empezado a impartir una hora semanal de catalán en el sector público sin que ningún padre se rebote. En alguna escuela pública van más allá y se hace paridad horaria francés-catalán. Dos escuelas privadas, La Bressola y L'Escola Arrels, practican la inmersión lingüística de más de 400 alumnos hasta los ocho años, edad en la que empiezan a machacar más el francés -'no podem crear nens aïllats en una llengua'-. En el lycée, el catalán recibe tratamiento de segunda lengua. En la Universidad, no obstante, es donde la situación es mejor para este idioma. Existe un departamento de catalán en la Universidad y una titulación en Estudis Transfronterers -muy sign of the time-, que generan cierto mercado cultural en catalán. No obstante, para llegar hasta el local donde he realizado esta conversación he tenido que preguntar por la calle en francés.
- Y mañana más. Me voy pitando. En algún pueblo me encuentro con vejetes tomando el sol / la lluvia. Sólo hablan catalán, por lo que no pueden hablar con nadie más joven que ellos. Quizá son una metáfora de la violencia sin violencia que comporta convertir Francia en Islandia. En muchos pueblos los comercios tienen rótulos en castellano -'tapas', 'sangría', 'paella'-. Parece ser que como antigua región peninsular, muchos nativos y turistas interpretan que están en una zona relacionada con un país que habla castellano. Ninguna bandera española y banderas catalanas a gogó. Europa es un lío. Por ejemplo, Llívia, una metáfora de Europa -hablan catalán, es España, está en Francia-, donde paro y me tomo un cortadete. Me sirve una señora india. Me habla castellano. Cuando le hablan en francés o catalán, contesta en pidgin. Mañana se lo explico.
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