'Mi pasión es la ropa'
Los García, Berlanas, Roncero y compañía han chocado contra el muro infranqueable del poder africano del fondo y la marchadora barcelonesa, que llegaba a Edmonton fuerte tras su bronce olímpico de Sydney, se ha dado de bruces con la escuela del Este, rusas, bielorrusas y similares, y contra la veteranía. María Vasco (26 de diciembre de 1975) terminó quinta en los 20 kilómetros marcha, en los que las cuatro primeras tenían más de 30 años. Aunque lleva marchando a alto nivel toda la vida, todavía le falta el punto de madurez y resistencia que sólo dan los años. Estos Mundiales han sido además una competición de transición para la catalana, que ha cambiado de entrenador -ha pasado al grupo de Josep Marín, el técnico de casi todo el equipo español- y ha revolucionado todos sus métodos de entrenamiento.
Pregunta. Dígame una manía suya, una extravagancia, una superstición.
Respuesta. Ninguna. Ahora mismo no tengo ninguna manía.
P. Un hobby enfermizo. Algo que le haga perder la noción del tiempo.
R. Mi pasión es la ropa, salir con las amigas, ir de tiendas, ver escaparates...
P. ¿A qué teme en la vida?
R. No pienso en los temores. Sólo quiero ser feliz.
P. ¿Qué es lo que más le gusta del oficio de atleta?
R. El ambiente que rodea al atletismo. Los viajes, estar con los amigos... Sobre todo, los amigos.
P. ¿Y lo que más odia?
R. Hacer una montaña. Es la parte más dura del entrenamiento y la llamamos así. Consiste en marchar y correr durante dos horas y media o tres.
P. Una película.
R. Sobreviviré.
P. Una canción.
R. Cualquiera de U2, pero sobre todo Where the streets have no name.
P. Un libro.
R. Me encanta Lucía Etxebarria. Uno en particular es Amor, mentiras, Prozac y dudas.P. Un hombre, aunque sea inalcanzable.
R. Brad Pitt.
P. ¿En qué atleta le gustaría reencarnarse?
R. En Carl Lewis.
P. Un momento mítico.
R. Freeman ganando los 400 metros en los Juegos Olímpicos de Sydney.
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