Los inolvidables compases de Ennio Morricone, en Mérida

El Teatro Romano de Mérida, paradigma de la tragedia grecolatina, se convertirá esta noche en un sugerente plató cinematográfico para homenajear a Ennio Morricone, de 72 años de edad y uno de los grandes compositores de bandas sonoras de las últimas cuatro décadas. Andrea Morricone, su hijo, tomará la batuta para dirigir un concierto que interpretarán la Orquesta y Coros de la Ópera Nacional de Hungría, el Coro Amadeus y Dulce Pontes.

Este año se cumplen 40 años de la primera experiencia cinematográfica de Ennio Morricone con Il federale, de la mano de Luciano Salce: 'Fue el primer director de cine que confió en mí. Fue, además, una película muy afortunada, ya que era también la primera en la que trabajaba Enrico Man-sher, director de fotografía, y fue también la primera película para Stefania Sandrelli, por lo que supuso un debú para todos', recuerda el compositor romano en la revista oficial del Festival de Mérida.

A partir de ese momento se inició una fructífera carrera en el mundo cinematográfico con una amplísima lista de bandas sonoras imprescindibles para melómanos y cinéfilos: El bueno, el feo y el malo; Novecento; Cinema Paradiso; Agáchate, maldito; La misión..., al lado de directores como Bertolucci, Sergio Leone y Brian de Palma, entre otros.

El concierto, que clausurará el Festival de Mérida, ha levantado una enorme expectación, con el taquillaje agotado desde hace semanas. Otro atractivo de la cita viene dado por la presencia de Andrea Morricone, el hijo del compositor, quien asume en su carrera una experiencia insólita: dirigir un programa integrado exclusivamente por obras de su padre. Música para el cine supondrá, además, la confluencia en el escenario de músicos y cantantes de diversa procedencia. El peso del concierto recaerá sobre la orquesta y coros de la ópera estatal de Hungría, una formación creada en 1884. Pero también estará el Coro Amadeus, con la soprano Susana Rigaci y Dulce Pontes. La cantante portuguesa pondrá voz a dos de las más bellas composiciones de Morricone: Sacco y Vanzetti y Sostiene Pereira.