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Muere un hombre en Moratalaz tras ser tiroteado en un ajuste de cuentas

El piso del hijo de uno de los supuestos homicidas fue incendiado después del crimen

Los hechos ocurrieron alrededor de las seis de la tarde en el número 25 de la calle de Molina de Segura, perpendicular a la avenida de Fuente Carrantona (Moratalaz), cuando la víctima, Jesús N. F., acudió al primer piso. Tras mantener una discusión con sus moradores, dejó la casa. Según las primeras versiones, un grupo formado por tres o cuatro personas estaba esperándole en el portal. Nada más verle, abrieron fuego contra él. La policía encontró cuatro casquillos en el interior del portal y en las escaleras de acceso a la finca. Uno de los agresores utilizó una navaja de unos 15 centímetros de hoja para apuñalar a la víctima.

Fuentes de la investigación señalaron que el tiroteo se produjo tanto dentro como fuera del portal, ya que el reguero de sangre comenzaba en las escaleras situadas junto a los buzones. Cuando llegaron los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil, encontraron a la víctima tendida boca arriba. Presentaba dos orificios de bala que le entraban por el tórax y por la espalda. Además, tenía una herida inciso-contusa originada por un arma blanca en la región lumbar. Los médicos sólo pudieron certificar su muerte.

Los vecinos y familiares de la víctima señalaron que Jesús llevaba viviendo en la zona unos cuatro años. Se dedicaba a vigilar obras durante las tardes y a la venta ambulante. Estaba casado y tenía siete hijos (cinco niñas y dos varones).

Según relataron los allegados, las discusiones con la familia del primer piso del número 25, conocidos en la zona como los Arineos, 'venían de lejos' y se habían agravado en los últimos meses. Otros testigos señalaron que los homicidas huyeron en un monovolumen marca Renault.

El juez de guardia se personó en el lugar de los hechos al poco de ocurrir el homicidio. Ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto Anatómico Forense. La policía acordonó la zona del suceso. Mientras los agentes de la Brigada de Policía Científica tomaban pruebas y fotografías del lugar del homicidio, llegaron los familiares. Entonces se vivieron momentos de gran tensión, ya que Marcelino, hermano dela víctima, pedía ver el cadáver. También acudieron los padres, que recriminaron a los viandantes y curiosos que cómo era posible que nadie hubiera visto el tiroteo. En especial se dirigieron a una familia de gitanos que vivía junto a los supuestos homicidas.

La venganza no tardó en llegar, ya que unas dos horas y media después del tiroteo, la vivienda del primer piso del pasaje de Anchuelo (a 10 metros del lugar del homicidio) quedaba completamente arrasada en un incendio. Esa vivienda pertenece al hijo del hombre que Jesús N. F. fue a ver. Según relataron los bomberos, las llamas comenzaron en uno de los dormitorios, que da al patio interior de una manzana de viviendas. Ese mismo patio también comunica con el piso donde vivía la víctima. La vivienda se encontraba vacía. Al siniestro acudieron un camión autobomba del parque de bomberos de San Blas y un autoescala del parque de Vallecas.

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Desde enero hasta ayer se han registrado en la región 49 homicidios, frente a los 34 que hubo en el mismo periodo de 2000.

Jesús N.F. yace en el suelo, junto a los agentes de las brigadas de Policía Científica y Judicial.
Jesús N.F. yace en el suelo, junto a los agentes de las brigadas de Policía Científica y Judicial.CARLOS YAGÜE

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