Un incendio en una fábrica de plásticos obliga a los bomberos a desalojar a un centenar de vecinos de Ibi

El fuego propinó ayer otro duro golpe a la economía de Ibi al destruir por completo una industria. La empresa de transformación de plásticos Bernabeu Gisbert, ubicada en la Calle Camino Viejo de Onil en el Barrio de San Miguel en la parte alta de Ibi, quedó totalmente arrasada por las llamas. El fuego comenzó hacia las 8.45 y quemó los 2.500 metros cuadrados de superficie industrial que tenía la fábrica. Anoche, al cierre de esta edición, seguía activo.

La virulencia de las llamas y la densa humareda, provocada por la combustión del plástico, obligaron al desalojo de 32 viviendas junto a la zona afectada. Más de cien personas se vieron obligadas a abandonar sus casas. La industria contenía productos químicos inflamables por lo que se optó por la evacuación de los vecinos de la zona residencial adyacente como medida preventiva ante el temor de que se produjera alguna explosión.

Cuando se originó el fuego no había ningún trabajador en el interior de la firma. Dos horas antes, a las seis de la mañana, salían de la empresa los últimos operarios dispuestos a iniciar sus vacaciones. La Policía baraja la posibilidad se originara a causa del recalentamiento de una de las máquinas, ya desconectadas, que en contacto con algún plástico provocara el fuego. Otra hipótesis apunta a un cortocircuito eléctrico.

La industria siniestrada era una de las más antiguas y conocidas de la población juguetera. Con medio centenar de trabajadores, aproximadamente, estaba estructurada en cuatro alturas que se vinieron abajo como consecuencia de las llamas y dejaron incomunicados a tres vehículos de bomberos que se encontraban en el interior del recinto industrial mientras proseguían las labores de extinción del fuego.

La magnitud que tomó este incendio industrial requirió la presencia de 12 vehículos de bomberos que acudieron desde los parques de Cocentaina, Ibi, Elche, Sant Vicent del Raspeig y Almoradí. Un retén de bomberos permanecía a última hora controlando la combustión de los materiales de la empresa y trabajando en el desescombro de la estructura derrumbada.