'Pensé muchas veces en dejarlo todo'

La vida de Ronaldo ha dado un espectacular vuelco negativo en los dos últimos años. El que parecía ser el ejemplo más claro para los sueños de cualquier joven futbolista, por su éxito y su dinero, ha sufrido en ellos una terrible pesadilla. Un fuerte y molesto tirón muscular, que le impide de momento continuar con su rehabilitación y casi con toda seguridad jugar el próximo día 14 con su equipo, el Inter, contra el Real Madrid en el Trofeo Bernabéu, es su nuevo contratiempo. Los médicos del club milanés incluso se plantean estos días dudas acerca de si el brasileño, de 24 años, podrá jugar con regularidad el resto de su carrera.

El martirio de Ronaldo comenzó en noviembre de 1999 y se agudizó en abril de 2000, en su reaparición, cuando su maltrecha rodilla derecha no resistió más que seis minutos en un encuentro contra el Lazio. La mala suerte le ha acosado en este periodo. Así lo deja ver en una entrevista publicada ayer por el diario France Soir. En ella revela su estado de ánimo: 'Todo lo que me está pasando es increíble. A veces miro hacia atrás y recuerdo cuando jugaba en el Barcelona o disputaba el Campeonato del Mundo de Francia [1998]... Todo ha ido muy deprisa y sólo tengo 24 años'.

El astro brasileño reconoce que pasó por momentos muy duros y que no le fue fácil cambiar los estadios por las consultas médicas: 'He tenido dos años muy difíciles tras lesionarme. Me molestaba más la incertidumbre sobre si alguna vez regresaría al césped que el propio dolor físico'.

Ronaldo confiesa también que llegó a verse superado por el desaliento: 'Pensé muchas veces en dejarlo todo, porque jugar es lo más grande para un futbolista y no podía hacerlo. Pero esa idea sólo duraba un momento. Luego, recapacitaba'. Otro de los motivos de su pesar es estar alejado de su esposa, Mylène, y de su hijo, a quien ha puesto su nombre, que ahora se hallan en Río de Janeiro: 'Para mí, es muy importante contar con el apoyo de mi familia. Estar con mi hijo es una de las tres cosas más bellas del mundo. Las otras dos son marcar goles y hacer el amor'.

Pese a todo, el delantero se considera dichoso, ya que ha vivido grandes alegrías gracias al fútbol, la familia o los amigos: 'Nunca me he sentido tan arropado por la gente como durante el tiempo que he estado lesionado. Es importante saber que el afecto es independiente de que juegues o no.'

Ronaldo afirma también que no sabe lo que habría sido de él 'de no ser futbolista'.