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Nadie denunció cantimploras de pólvora defectuosas antes del accidente de La Vila

La Subdelegación del Gobierno de Alicante no ha recibido ninguna denuncia y, por tanto, no investiga la posible existencia de un lote defectuoso de polvoneras [cantimploras donde los festeros guardan la pólvora para cargar los trabucos], posible causa del accidente de La Vila Joiosa. La explosión de unas de esas cantimploras, según las primeras hipótesis, originió el pasado viernes el accidente en las fiestas de Moros y Cristianos de La Vila que causó 27 heridos por quemaduras, siete de carácter muy grave. No obstante, el origen de la explosión no está determinado, aseguró ayer el coronel de la Guardia Civil de Alicante Antonio Torrado. 'Aún no tenemos una idea clara de qué es lo que ha sucedido. Se ha hablado de muchas cosas, pero de momento no son más que conjeturas', dijo.

Mientras, dos de los 25 heridos de la explosión que están hospitalizados siguen en unidades de cuidados intensivos en La Fe de Valencia y el hospital de quemados de Getafe (Madrid). El resto de los heridos evoluciona favorablemente, según Sanidad.

La posible existencia de cantimploras defectuosas fue denunciada por Antonio Torreblanca, presidente de la Unión Nacional de Entidades Festeras de Moros y Cristianos (Undef), entidad en la que están representadas 59 poblaciones, excepto Alcoy. Según Torreblanca, en la Comunidad hay unas 3.000 cantimploras usadas para este tipo de festejos, que pasan de una población a otra en régimen de alquiler. 'Algunas de estas cantimploras, un 10%, podrían estar en mal estado', dijo. 'Esto lo sabemos por comentarios que hemos recibido de festeros de algunos pueblos', añadió. Fuentes de la Subdelegación aseguraron ayer no tener constancia de esa denuncia 'y, por tanto, no se ha abierto ninguna investigación', precisaron.

Tras el accidente, los festeros de La Vila denunciaron falta de medidas de seguridad en el acto donde se registró la explosión. Sin embargo, el uso de los arcabuces y la utilización de la pólvora en estos actos festivos no está regulada oficialmente, como por ejemplo ocurre en Alcoy, máximo exponente de las fiestas de Moros y Cristianos.

Falta de regulación

La entidad festera alcoyana, la Asociación de Sant Jordi, que preside Rafael Romá, consciente de este vacío legal ha instado al Ministerio del Interior a que reconozca como 'armas de avancarga, que disparan salvas' las que se utilizan en estos festejos y así poder regular su uso festivo y no como armas. 'Nosotros hemos realizado un borrador con una normativa para que el ministerio diferencie éstas del resto de armas a fin de poder seguir utilizando los arcabuces y la pólvora en las fiestas y legalizar lo que toda la vida se ha utilizado de manera irregular', explicó. Añadió que esta propuesta no es nueva, sino que es una vieja reivindicación que la Asociación de San Jorge ha realizado al Ministerio del Interior para que modifique la ley de armas y explosivos. Esto posibilitaría que la única regulación que existe, que no es más que la recomendación oral [no hay ningún reglamento] de la asociación para evitar accidentes cobre fuerza y sea de obligado cumplimiento.

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