Tres juristas vizcaínos reprochan a la Diputación su 'animosidad' contra un magistrado del Tribunal Superior

El presidente del Consejo Editorial de la Revista Réplica y Dúplica, el abogado Angel Gaminde, un vocal, J. Gabriel Mariscal y el abogado Jesús de Renobales, todos ellos miembros de la asociación vasca de juristas Res Publica, que edita dicha revista, y próximos al nacionalismo vasco, han publicado en el último número un artículo en el que critican la 'animosidad' de la Diputación de Vizcaya contra el magistrado de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia, Juan Luis Ibarra.

Los tres abogados señalan que es 'materialmente falso' que la anulación de decisiones de la Diputación sea consecuencia de una actitud del magistrado, porque éste sólo conoce de los recursos que presentan los ciudadanos y las instituciones. Por otro lado, creen 'inexacto' imputar a Ibarra decisiones de las que es responsable una Sala que está compuesta de tres magistrados'. También señalan que asegurar, como se ha dicho, que la Sala ha cambiado de normas de reparto de temas para apartar a Ibarra de asuntos relacionados con la Diputación es absurdo. 'Aunque sea verdad, se presenta, sin el menor fundamento, de una manera francamente negativa para la imagen del Sr. Ibarra'. Según los abogados de Res Publica, 'estos cambios en la distribución de los asuntos son algo regular' y es 'una medida que venía siendo deseada por la Sala III hacía tiempo'.

Además destacan que la Sala seguirá conociendo de los asuntos referentes a las demás entidades locales. Los letrados insisten: 'Podemos entender que a la Diputación no le agraden decisiones anulatorias de sus actos. Pero una cosa es que una decisión judicial nos desagrade o hasta nos parezca desacertada, y otra muy distinta que nuestro juicio desfavorable se extienda a los magistrados que la dictaron'. Finalmente sostienen que 'criticar técnicamente las resoluciones judiciales es una labor positiva que debe hacerse. Emitir juicios desfavorables sobre la persona de los magistrados o dar informaciones que lleven consigue esa valoración personal negativa, es lanzar un cohete a la línea de flotación de una institución democráticamente insustituible, la judicatura'.