Ferrari aún aguanta, pero ya no domina
Hace dos semanas, en el Reino Unido, el frío, las particulares condiciones del circuito de Silverstone y la gran clase y las ganas de reivindicarse de Mika Hakkinen, enmascararon la actual situación de la Fórmula 1. Ayer, en condiciones normales para la época -mucho calor y nada de lluvia- quedó bien claro que Williams-BMW está un paso por delante de todos; que Ferrari aguanta el envite y Michael Schumacher ganará el título porque sólo quedan cinco carreras, y que McLaren-Mercedes ha quedado descolgado.
Fue la de ayer una carrera llena de incidentes que acabaron menos de la mitad de los participantes. El chovinismo en el que siempre cae el aficionado permite imaginar que Pedro de la Rosa hubiera podido subirse al podio en lugar de Jacques Villeneuve, pero el español parece víctima de una maldición, aunque al margen de la mala suerte, viaja en un equipo, Jaguar, que no para de dar bandazos, tan ciclotímico como su primer piloto, el norirlandés Eddy Irvine, para lo mejor y para lo peor.
Las dos cosas más importantes que reveló la carrera de ayer en el viejo circuito de Hockenheim, donde hoy mismo empezarán los trabajos para su total transformación, se llaman Montoya y Renault. El colombiano dejó bien claro que es en estos momentos el piloto más rápido de la Fórmula 1; que ha aprendido muy rápido a usar también la cabeza además de las tripas y que hubiera debido ganar la carrera. La otra gran noticia se llama Renault. El cuarto y quinto puesto conseguidos por Fisichella y Button con los Benneton-Renault, que cruzaron la meta casi juntos y pegados detrás del BAR-Honda de Villeneuve, indican claramente que la apuesta del constructor francés de diseñar un motor revolucionario va por el mejor de los caminos.
Esta es la época en la que se abre el mercado de pilotos y se configurarán los equipos de la temporada próxima. El intempestivo despido de Heinz-Harald Frentzen de Jordan y el mediocre papel que hizo ayer su sustituto provisional, Ricardo Zonta, dejan abierto un interesante hueco en un equipo que debiera estar en situación de luchar por las primeras plazas pero que no acaba de encontrar el punto exacto de caramelo que esto exige. Eddie Jordan no sólo deberá buscar un sustituto para Frentzen sino evitar que se le escape Jarno Trulli, uno de los pilotos más valorados en este momento.
Si Williams no cambia su pareja ganadora y Ferrari tampoco, sólo falta por saber lo que hará McLaren, que ve cómo se cierra un ciclo de éxitos y se impone una renovación a fondo. A estas alturas Ron Dennis debería saber que con David Coulthard nunca ganará un campeonato. Lo que haga el finlandés Hakkinen está todavía escondido entre sus ojos rasgados y los de su esposa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.