_
_
_
_
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Larguísima velada

Los sonidos sabrosos de este ex mano derecha de James Brown pusieron el broche final con baile incluido a la edición de los Veranos de la Villa de este año. Conforme a su costumbre, Maceo Parker preparó una larga velada en directo de dos horas y media, en la que en la cazuela del ritmo se cocieron a fuego lento soul, funk, jazz, rap y otras excitantes especias musicales.

Hipervalorado

Maceo Parker

Maceo Parker (saxo alto, flauta y voz), Corey Parker (voz solista, rap y coros), Ron Tooley (trompeta), Greg Boyer, (trombón), Bruno Speight (guitarra eléctrica), Will Boulware (órgano), Jamal Thomas (batería), Rodney Skeet Curtis (bajo), Martha High y Charles Sweet Sherrell (voz solista y coros). Cuartel del Conde Duque. 2500 y 3000 pesetas. Madrid, viernes 27 de Julio.

Extrañamente hipervalorado en los últimos tiempos, Maceo representa en vivo la mejor tradición del funk jazz puesto en hora, gracias a una apertura de orejas que le permite combinar los ambientes lujosos, sensuales y cercanos de Prince y ciertos escarceos -muy poco callejeros, por cierto- con el rap, de los que en directo fue protagonista su hijo Corey, con asaltos a la nostalgia, como el Georgia on my mind, de Hoagy Carmichael, que popularizara Ray Charles.

Parker tiene el mismo handicap que todos los músicos de acompañamiento que, a la sombra del líder, forjan un sonido especial y ciertamente legendario: luce más como saxofonista e incluso como flautista -en Madrid realizó una breve, aunque lucida, exhibición- que como front man carismático de una banda. De este modo, hasta cuatro cantantes solistas llegó a tener este concierto. Por cierto, no fue Parker el que más destacó en este cometido, sino el melenudo Charles Sweet Sherrell, que tiene planta, voz y movimientos magnéticos.

Largo concierto

Como queda apuntado más arriba, el concierto fue ciertamente largo y cansino -pasiones de fans aparte-. Cuesta aguantar dos horas y media de espectáculo a casi todos los artistas del momento: a la hora y cuarto ya han dicho todo lo que tenían que decir. Aunque, en este caso, Maceo Parker dejó buen sabor de boca e invitó a bailar a una audiencia entregada a él y a las bondades nocturnas del verano de la capital.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_